Guerras carlistas. Multa al Ayuntamiento de Aoiz por el general Reina, jefe de las tropas liberales

guerracarlista1Este segundo trabajo sobre sucesos acontecidos en la Villa de Aoiz durante el desarrollo de la tercera Guerra Carlista, versará sobre el comportamiento del ejército liberal en su relación, con las autoridades del Regimiento y vecinos de ella.

Antes de conocer el suceso principal al que se refiere este trabajo, daremos algunas noticias sobre la situación de los contendientes durante la mencionada tercera Guerra Carlista, en el entorno de las poblaciones de Lumbier y Aoiz a partir del año 1873. Fueron espacios sometidos a diversas circunstancias según el dominio de los carlistas o los liberales.

En el mes de Mayo de dicho año, comienzan a llegar a Pamplona los primeros refugiados procedentes de localidades conquistadas por los carlistas como Estella, Aoiz y Cirauqui.

En la obra de Eduardo González Lorente, “Los emigrados liberales en Pamplona durante la guerra carlista de 1872-1876”, se pone de manifiesto que un grupo de liberales de cierta relevancia procedían de la Villa de Aoiz, localidad que había sido tomada por los carlistas a finales de 1873, provocando la emigración de estos voluntarios de la República y sus familiares. En la lista figuran los nombres de seis de ellos, Martín Lacabe, Antonio Goya, Javier Rodríguez, Joaquín Aristu Goñi, Javier García y Felipe Urdiroz Villanueva.

El bloqueo carlista a Pamplona, (27 de Agosto de 1874, al 2 de Febrero de 1875), debió de dificultar el acceso de nuevos emigrados liberales a la capital. Se puede decir que la mayor parte de ellos, habían tomado las armas o habían tenido responsabilidades políticas en los respectivos municipios a favor de la causa liberal. Cuatro mujeres de Aoiz dejaron constancia de haber tenido familiares afines a dicha causa.

Otros tantos liberales agoiscos se alejaron por razones políticas, o por confiscación de sus bienes, entre los más destacados, el alcalde Lorenzo Ortiz, nacido en Orbaiceta año 1837, Miguel Aldaz, el ex diputado foral Fernando Bezunartea, el escribano Manuel Cruz Díaz, los hermanos Juana y Quintín Manterola varias veces alcalde de Aoiz, Teodoro Ruiz uno de los mayores contribuyentes de la Villa y adscrito al liberalismo.

Estos y otros muchos liberales navarros fueron de algún modo postergados, incluso antes de acabar la guerra, por sus propios correligionarios españoles, quienes prestaron mayor atención a los sublevados carlistas que a las personas y sectores sociales comprometidos con el liberalismo y la Revolución de 1868.

Esta era la situación de la Villa de Aoiz y su entorno en poder de las tropas carlistas, que refuerzan sus posiciones y defensas, como indicamos en el trabajo anterior publicado, contemplan el paso por la misma del pretendiente Carlos VII al mando de sus tropas, después de atravesar la frontera y dirigirse hacia Pamplona e intentar  apoderarse de ella. Es precisamente el día 13 de Agosto de 1873, cuando los carlistas queman la Cárcel de la Villa en su paso hacia la capital de navarra.

Otra situación interesante de los contendientes liberales y carlistas se produce en la Ermita de la Trinidad, en las proximidades de la Villa de Lumbier. La citada construcción de culto religioso, se halla ubicada en un escarpe rocoso en el extremo occidental de la sierra de Leire y constituye una atalaya sobre la impresionante Foz de Lumbier.

La Ermita de la Trinidad estaba en poder del ejército alfonsino defendido por el Batallón Provisional de Jaén, cuando el general carlista Pérula ordenó al brigadier Larumbe que se apoderase de este lugar estratégico, atacando el 22 de Octubre de 1875 con el noveno Batallón de Navarra.

Información sobre el asalto y conquista de la Ermita de la Trinidad por las tropas carlistas

Información sobre el asalto y conquista de la Ermita de la Trinidad por las tropas carlistas

Las crónicas carlistas cuentan que tras veinticuatro horas de lucha feroz, las fuerzas alfonsinas se retiraron. En estos hechos, la actuación en defensa del lugar por parte del Batallón Provincial de Jaén fue heroica. Así lo recoge en una orden del ejército Alfonsino, del Primer Teniente General Juan Martorell, días después. Las fuerzas supervivientes se retiraron a la Villa de Lumbier donde quedaron sitiadas por el ejército carlista.

Dueños los carlistas de la Ermita de la Trinidad, dominaban completamente la población de Lumbier, colocando sus baterías ventajosamente en este lugar, mientras las baterías del llano establecían el dominio de la zona. Los liberales solo controlan con mucha dificultad su posición en Lumbier, sometidos a un continuo acoso.

El declive carlista no comenzó hasta bien entrado el año 1875, en donde las fuerzas del gobierno liberal consiguieron organizarse con la instauración borbónica de Alfonso XII.

Decididos los liberales a hacerse fuertes en la línea Sos – Sangüesa – Lumbier, salió de Pamplona el 3 de Septiembre de 1875 el General Reina pasando por Huarte y Villava, llegando a mediodía a la vista de Aoiz, con cuatro batallones y dos baterías montadas. Dicen los cronistas que los carlistas dirigidos por el cabecilla Samaniego ocupaban este lugar con cinco compañías situados en atrincheramiento de campaña, ligeramente construidos y resistieron tenazmente los porfiados ataques de los alfonsinos,  pero al fin se retiraron a las sierras que rodean a la Villa de Aoiz, aunque no sin antes hacer bastantes bajas al enemigo, vendiendo cara su derrota  con su reconocida valentía.

En otra acción el día 4 de Septiembre de 1875 las tropas del General Reina, ocupan la Villa de Aoiz para el ejército liberal, destruyendo  las trincheras carlistas de los alrededores.

Es a partir de esta conquista por las tropas liberales, cuando se enmarca un suceso importante en la Villa de Aoiz, que ha suscitado nuestra atención. Encontramos amplia información del mismo, en la Caja nº 51166 del Archivo Real y General de Navarra.

Parte del documento del procurador del Ayuntamiento de Aoiz, D. Javier Amichis

Parte del documento del procurador del Ayuntamiento de Aoiz, D. Javier Amichis

En un primer documento, el Ayuntamiento de Aoiz se dirige a la Diputación Foral y Provincial de Navarra, manifestando su oposición al bando dictado por el Sr. General Reina en su llegada al mando de su columna, el día 3 de Septiembre de 1875 imponiendo a la Villa como contribución de guerra, una multa de 5.000 duros. Manifiestan en el documento los regidores de Aoiz, que por no poder entregar esta cantidad fueron condenados a prisión ellos y los mayores contribuyentes, conducidos a la cárcel de la ciudad de Sangüesa en calidad de rehenes.

El documento continua aportando la información siguiente: “los arrestados firmaron un documento, por el cual se obligaron como particulares y como Concejo a pagar de inmediato dichos 40.000 reales de vellón, que esta suma fue pagada por el Ayuntamiento, quien al efecto tuvo que tomarlos prestados del banco de esta ciudad, logrando de esta manera que se pusieran en libertad a los rehenes”. En el expediente declaran cuatro testigos afirmando son ciertos todos los términos del documento.

La aportación de documentos continúa y en la villa de Aoiz con fecha 17 de octubre de 1876, después de un año del incidente, ante Martín Cruz Díaz notario de este distrito y Colegio Territorial de la ciudad de Pamplona comparecen D. Lorenzo Ortiz, D. Juan Aizagar, D. Salvador Orbaiz, D. Leocadio Nagore, D. Silverio Orbaiz, D. Miguel Zazpe, D. Mariano Martín y D. José Martín, mayores de edad, el primero alcalde los demás individuos que componen el Ayuntamiento de este Villa. Esta corporación a lo largo del documento expresa de su compromiso  a pagar la citada cantidad, obligados por la demanda del militar y por su entrada en la cárcel de Sangüesa.

Una vez expuesto el incidente, de forma oficial se presenta un expediente, realizado a instancias del Ayuntamiento de Aoiz, ante el Juzgado de 1ª Instancia de la dicha Villa. El expediente lo realiza D. Javier Amichis procurador de este Ayuntamiento y expresa: “como mejor proceda digo, que para los fines que sean procedentes conviene a mi representado auditar los hechos siguientes.

1º. Que el día 4de septiembre de 1875 se impone a la Villa de Aoiz como contribución de guerra por el Excelentísimo Sr. General D. José Reina, una multa de cinco mil duros.

2º. Que para poder entregar en el acto esa cantidad fueron inducidos a prisión los individuos del Ayuntamiento  y mayores contribuyentes de la referida Villa y conducidos en calidad de rehenes a Sangüesa, en donde firmaron un documento que mereció la aprobación de dicho General, y por el cual se obligaron como particulares y como Concejo a pagar al más inmediato, cuarenta mil reales de vellón.

3º. Que esta suma fue pagada por el Ayuntamiento, mi representado, quien al efecto tuvo que tomarla prestada al Banco de Pamplona, logrando de esta manera que se pusieran en libertad los rehenes detenidos.

Suplica al Juzgado que habiendo por presentado poder y mi cédula personal, se sirva mandar se practique la información que desde luego ofreció al tenor de los hechos expuestos y evacuada, se me entreguen originales las diligencias. Pido justicia. Aoiz treinta de enero de mil ochocientos setenta y siete.

Firma Javier Amichis. Con asiento 16 reales.

Otrosí: Como el poder es general y necesario para otros casos. Al juzgado suplico se sirva mandar que se me devuelva, así también la cédula personal,  tomada  de ella la nota que corresponda. Aoiz a dicho día. Firma Amichis. Un real.

Otrosí: Hago presentación del documento otorgado en Sangüesa a que hace referencia la segunda y.. Al Juzgado.

Final del documento y firma del procurador D. Javier Amichis

Final del documento y firma del procurador D. Javier Amichis

Estos últimos documentos son  realizados respectivamente,  por el notario D. Martín Cruz Diaz  y el procurador D. Javier Amichis a instancias del Ayuntamiento de Aoiz.

El documento final que acompaña a esta información hace referencia a la presentación de toda la documentación ante el Juzgado de 1ª Instancia de la Villa. Es de fecha 5 de febrero del año 1877. Está presentado por las autoridades de Aoiz, con una aportación nueva, en la que vuelven a manifestar que en representación de dicha Villa, se comprometen como tales e individualmente a entregar en el plazo más perentorio, los cuarenta mil reales a V. E. comandante general de Navarra. Además han convenido todos como representación del pueblo, manifestar el testimonio de gratitud a V. E., por el trato y consideraciones que les han otorgado.

A continuación firman esta declaración las autoridades y mayores contribuyentes de la Villa de Aoiz que son: Lorenzo Ortiz, Pancracio Lizasoain, Martín Laco, Fernando Erdozain, Juan Cruz Irigoyen, Silverio Orbaiz, José Goiburu, Manuel Orbaiz, Juan Aizagar, Bautista Martínez, José Zuza, Leocadio Nagore, Miguel Erice, Pedro Lacasta, Simón Irure, Salvador Orbaiz, Marcelino Olarquiaga, Tomás Goiburu, Miguel Machiniandarena y Ambrosio Goya. Es copia que certifico. Aoiz a 5 de febrero del año 1877. Firma Tiburcio Pegenaute secretario.

A esta última declaración ante el citado Juzgado de 1ª Instancia, se aportan además las declaraciones de cuatro testigos, que ratifican todo lo expresado en anteriores documentos. Estas declaraciones son de fecha 6 de febrero del año 1877 y están realizadas por Martin de Lacabe, alguacil del Juzgado de 1ª Instancia de Aoiz de 42 años, por Ambrosio Goya, organista de 28 años, por Isidro Lacabe casado de 48 años y por Joaquín Aldaz casado propietario de 60 años. Firma el documento de todas las  declaraciones  el Juez, Doctor Rodríguez Izquierdo. También aparece la firma del secretario Tiburcio Pegenaute.

Después de un año y medio del suceso, aún se mantenía el litigio sobre el pago del tributo de guerra impuesto por el general Reina a la Villa de Aoiz.

No conocemos el resultado de la presentación de la última reclamación y tampoco aparece otra documentación sobre si la Diputación de Navarra resolvió abonar a los representantes del municipio, el importe de los cuarenta mil reales de vellón, tributo de guerra de las tropas liberales, a la Villa de Aoiz.

Josetxo Paternain Nagore

1 respuesta

  1. Rubén Jiménez dice:

    Gracias Josetxo por estos trabajos de investigación y divulgación tan interesantes. Es un placer leer y rescatar del pasado tanta historia de Aoiz.
    Enhorabuena

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