Mayores entrevistados, representantes del Ayuntamiento de Lónguida y trabajadores de Karekin

“No he olvidado unas fiestas en las que las chicas que vinieron al pueblo se quedaron a dormir en mi casa, mientras a los chicos los metieron en otra, bien separados. Esa noche, mi madre no durmió. Se quedó en la puerta, escoba en mano, y cada vez que se acercaba un chaval…”. Este recuerdo de Charo García Alzórriz, vecina de Ekai de Lónguida de 77 años, fue uno de los muchos que ayer se pudieron escuchar en la iglesia de Aós. Memoria de un pasado reciente que se ha recogido a través de un proyecto de recopilación del patrimonio inmaterial y fotográfico del valle de Lónguida, y que allí se presentó en sociedad.

Un centenar de habitantes del valle se dieron cita en el acto, que contó con la participación de buena parte de la docena de vecinos entrevistados a lo largo del pasado año para repasar cómo era la vida en Lónguida y sus pueblos en el siglo XX, especialmente antes de la fuerte transformación social de su segunda mitad.

El consistorio adjudicó a la empresa Karekin Kultura de Aoiz la recopilación, que ha cristalizado en las citadas entrevistas audiovisuales y en la recogida de más de 2.000 fotografías antiguas que reflejan romerías, fiestas, comuniones, retratos de familias numerosas, escolares, oficios, etc. “Ha sido un trabajo laborioso, de puerta a puerta, pero muy gratificante”, destacó ayer Kati Leatxe, responsable de Karekin. En la parte de las entrevistas, ha contado con las periodistas agoizkas Nekane Etxarte, Rut Etxarte y Edurne Mañú, y se han buscado diferentes perfiles, según trabajos y localidades, y también de hombres y mujeres.

El Ayuntamiento de Lónguida (suma 306 vecinos) ha destinado al proyecto un presupuesto de 8.000 euros, de los que 2.000 los ha aportado Fundación Caja Navarra. Ayer, cada entrevistado recibió una copia de su entrevista, y todo el material, incluidas las fotos, pasará a ser patrimonio del Ayuntamiento, pudiendo ser empleado con un uso cultural.

“A nivel de valle, este trabajo es muy importante. Cuando nació mi abuelo no había ni carretera, ni electricidad, ni agua corriente. Era otro mundo, y eso tiene que conocerse”, indicó por su parte Fermín Chivite Lizarraga, concejal del área de Cultura del Ayuntamiento. En este sentido, este año se prevé editar un libro con un DVD.

TESTIMONIOS

En la presentación de ayer se proyectó un audiovisual con parte de las entrevistas y decenas de fotos recopiladas (se seguirán recogiendo). Algunos de los testimonios sorprendieron a los más jóvenes, e hicieron sonreír con complicidad a los más veteranos. “El único manjar del pastor era el tocino, y yo no he tenido colesterol en la vida”, aseguraba por ejemplo José Mª Armendáriz Irigaray, de 84 años y de Artajo, uno de los entrevistados. “En la escuela se enseñaban también el Credo, la Salve… cosas que hoy a los críos ni les suenan”, se escuchó, por su parte, de boca de Catalina Aristu Aristu, de 93 años y que fue maestra en Ekai. “Antes había más conformismo con todo, pero es que todos andábamos mal. Eso sí, creo que éramos más felices”, sentenció Javier Imirizaldu Azpíroz, de 75 años y de Meoz.

Komunikabidea: Diario de Navarra

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