Mª Dolores Huerta y Martín Iturri, sentados, arropados por sus hijos y sus parejas, y sus nietos. DN
Mª Dolores Huerta y Martín Iturri, sentados, arropados por sus hijos y sus parejas, y sus nietos. DN

Hace ya setenta y cinco años desde que el matrimonio formado por María Urtasun y Crescencio Iturri, ambos originarios de Espinal, se hiciera cargo de la taberna de Aoiz, a la que pusieron de nombre Beti Jai. Un local que hoy, como restaurante, se ha convertido en uno de los más emblemáticos de la Comunidad foral, centrado especialmente en la cocina navarra.

Volviendo a los orígenes, Crescencio Iturri, hombre emprendedor, vio las necesidades de su negocio y llegó a poner en marcha incluso una fábrica de hielos, gaseosas y sifones, haciendo así próspero el establecimiento.

Años más tarde, en 1971, su hijo Martín (el mediano de tres hermanos) contrajo matrimonio con Mª Dolores Huerta y ambos continuaron con el negocio familiar, siendo conocidos entre familiares, amigos y clientes como Martintxo y Loli. La figura de Loli en la cocina trasformó la taberna del pueblo en una casa de comidas a la que los clientes se acercaban para probar guisos elaborados como chilindrones, pichones, ajoarrieros, etc. Su buen hacer y su fama se extendió, por lo que hubo que ampliar las instalaciones. Compraron el piso de arriba, donde construyeron una cocina mayor y un comedor donde podían servir en mejores condiciones a su clientela.

El establecimiento fue forjándose una reputación por la combinación del buen servicio que Martín dispensaba en sala y por la cocina tradicional, de producto y de temporada que Loli ofrecía cada día a los comensales.

En la historia del Restaurante Beti Jai cabe recordar, por ejemplo, los numerosos viajes que realizaron a petición del Gobierno foral para promocionar la gastronomía de Navarra en ferias nacionales e internacionales que le valieron, en los años 80, reconocimientos como el de la Cofradía Vasca de Gastronomía o la Asociación Magistral de Gastronomía.

Hace ya algunos años, la tercera generación, los hermanos Iturri Huerta, tomó el relevo para continuar la trayectoria gastronómica de sus padres y abuelos, y mantener al Beti Jai como un referente de la buena cocina Navarra. Martín hijo (casado con Noelia), en la cocina, y Nerea e Izaskun, en sala, junto con sus maridos Fernando y Michele, se encargan de la gestión del restaurante y hostal, que dispone de 17 habitaciones a modo de hotel rural con encanto.

Conmemoraciones

Para conmemorar este año tan señalado, el jueves el Beti Jai celebró una fiesta para amigos, compañeros y clientes, sorpresa para Martín y Loli, que suman 71 y 68 años respectivamente. Estuvieron arropados, entre otros, por sus tres hijos y sus respectivas parejas, y sus seis nietos.

Ignacio Idoate, presidente de la Asociación de Restaurantes del Reyno, a la que el Beti Jai pertenece, les hizo entrega de una placa conmemorativa: A la familia Iturri y al Beti Jai en reconocimiento a su trayectoria, a su buen hacer y contribución a la gastronomía Navarra.

Con motivo del 75 aniversario, este verano volverán a la carta del Beti Jai platos emblemáticos que han marcado su historia en un menú confeccionado para la ocasión, y en el que no faltará como postre la típica costrada de Aoiz.

Además, a lo largo del año realizarán diferentes cenas temáticas y actividades gastronómicas para celebrar con sus vecinos de Aoiz este feliz aniversario.

Komunikabidea: Diario de Navarra

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