Benasque es un buen sitio para hacer una escapada, el Alto Pirineo atrae mucho. Cualquier época es buena pero el verano da más posibilidades, el personal suele estar de vacaciones y el tiempo es más seguro, aunque el tiempo no siendo malo no fue de lo mejor, o no fue todo lo que hubiéramos esperado. Estuvo fresco por las mañanas y por las noches y aunque la temperatura durante el día fue buena, bueno para caminar cojonuda. Tuvimos algunas nieblas en las cimas que no nos dejaron disfrutar plenamente de los paisajes.
Teníamos claros nuestros objetivos, el plan era ascender el pico Tempestades y el pico Margalida que se encuentran en el macizo las Madaletas. Otro de nuestros objetivos era el pico Perdiguero. La cosa fue bien, pero no pudimos cumplir con todo. El primer día con las energías que nos habían dejado las fiestas la cosa fue bien y ascendimos los dos primeros picos, fue una etapa muy dura y larga. El día siguiente tuvimos que desistir de nuestro objetivo que era el pico Perdiguero, pues es una ascensión muy muy larga y las fuerzas estaban escasas después de la paliza del día anterior. Decidimos hacer descanso activo y nos dirigimos al bonito valle de Remuñe que nos sorprendió gratamente. Nos lo tomamos con calma. Caminamos por el bosque remontando el río. Al cabo de unas 3 o 4 horas nos encontramos debajo de los picos, todos ellos por encima de los 3000 m. Una jornada bonita y tranquila.
Para el último día el plan fue subir al Ibón de Cregüeña (ibón significa lago). Es uno de los mayores ibones del Pirineo, para ser más concreto el tercero y está situado a una altitud de unos 2600m. La subida es dura pues debemos superar unos 1200m. La ruta va remontando el rio cregüeña, que va de salto en salto entre el bosque y tiene un gran desnivel. Nos llevó unas 4 horas de subida, pero el lugar es espectacular y merece la pena. Bueno, con esto terminamos nuestra escapada.
Aquí os dejo unas fotos, pinchar en el enlace: https://www.flickr.com/photos/txintxurrenea/sets/72157646312162989/