DSC_0291Nada más llegar a Katmandú nos visitó el ayundante de Miss Hawley. Es un hombre de unos 60 años que se dedica a alimentar con datos las estadísticas que durante años su jefa ha ido confeccionando. Esta Miss Hawley, toda una eminencia que este mes de Octubre cumplirá 90 años, lleva desde los años sesenta del siglo pasado viviendo en Katmandú. Compartiendo con otro montón de almas nepalís su vida. Se ha dedicado a ser la corresponsal europea de los periódicos occidentales en Asia. Se le ocurrió la idea de entrevistar a todos los montañeros que durante estos años han estado en Nepal haciendo montaña y sorprendentemente a nosotros también.

¿Qué día llegasteis? ¿Dónde empezasteis el trek? ¿En que pueblos dormisteis? ¿Qué día subisteis al campo 1? ¿Cual fue la altura máxima alcanzada?¿Porqué os retirasteis?¿Algún muerto?

DSC_0246También nosotros preguntamos. De momento el 50% por ciento del los montañeros de las expediciones comerciales  han logrado cima y otros, esperaban  intentarlo en los próximos días.

Después de la breve entrevista, no podía ser de otro modo, quedó claro que nosotros no hemos dejado huella en el Himalaya, pero lo importante es más bien si el Himalaya ha dejado huella en nosotros.

Cuando nos hicieron la entrevista en  Katmandú estábamos cansados, con los estómagos tocados, con la misma ropa con la que hicimos el trékking y aburridos de una ciudad que satura al mismo nivel que sorprende cuando llegas,…….. mucho.

Es difícil salirse de barullo para hacer una reflexión, pero aún así, y todavía con los píes en tierras asiáticas, después de casi un mes, sería injusto no considerarse un privilegiado por poder haber vivido lo vivido.

El Himalaya es la cadena montañosa más alta del mundo, con cimas que arañan el cielo desde los 5000 metros hasta los 8000. Por las laderas de estos colosos se desparraman seracks colgantes que caen arrastrando grandes rocas. Unas morrenas kilométricas se encargan de transportarlas hasta donde muere el hielo y nace la vida. A partir de aquí los ocres y blancos dan paso al verde y los árboles empiezan a crecer. Los afluentes ya se han convertido en ríos embravecidos, que braman saltando por los estrechos. Los seres humanos han amontonado piedras para hacer sus casas y sus pueblos, todos en esta zona de estilo tibetano por el increíble frío al que estas gentes se adaptan con facilidad. Más abajo la lluvia, la selva y el arroz. La religión indú se hace presente y Shiva gana terreno a Buda. Después y surcando un vergel la carretera y al final de ella Katmandú.

DSCF2220Nosotros hemos tenido la suerte de caminar solos por estos senderos y mirar a las montañas disfrutando de los fríos y claros amaneceres, acurrucados en nuestras chaquetas de plumas. En el campo base conocimos a aguerridos montañeros con verdadera pasión por la cima, y nosotros abrigamos la ilusión de conseguirlo por unos días.

Ahora toca volver a la vida de casa y tratar de vivir un poco, del modo en que hemos aprendido, mientras os contagiamos nuestra enfermedad.

Nosotros jamás dejaremos nuestra huella en el Himalaya, pero el Himalaya siempre deja huella en nosotros.

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