No deja de ser curioso. ¿Será que cuanto menos valemos más se nos aprecia? Porque con 25 años somos de plata, con 50 de oro y ahora con 75 somos de diamante.
Aquí renqueando, viviendo de repuestos, viendo cómo nuevas generaciones nos empujan al olvido eterno, cuando la de Aibar continuamente me repite que “estoy pa quitar”, cuando la mayoría del pueblo nos resulta desconocida y robar una sonrisa me cuesta un huevo… vamos a celebrar el año del diamante.
Ya hemos fijado el día. Será el 4 de Agosto el fijado para que quienes nacimos en el 38 nos juntemos en el Beti Jai para celebrarlo.
Mucha gente llevamos tiempo sin vernos; algunas personas ni nos conoceremos. Y por ello me asalta la pregunta: ¿De qué podemos hablar?
El resto de este reportaje estará próximamente en nuestros buzones, en el nuevo número de nuestra revista “El Tuto”.
