_13067131_090efb2fHay esperanza para el que es prácticamente el último vestigio de la emblemática empresa maderera, química, eléctrica y ferroviaria El Irati SA en Aoiz. Después de conocerse que el Gobierno foral barajaba el derribo de la antigua central hidroeléctrica que funcionó en la localidad de 1910 a finales de los años 90, hoy foco de continuos robos de cobre y metales, y en no muy buen estado de conservación, el Ayuntamiento ha recibido una propuesta particular para volverla a poner en marcha.

Según explica el alcalde, Unai Lako (Bildu), “hay una propuesta para recuperar la actividad de la central y, en caso de que se logre, habilitar una zona para visitas”. “Los promotores estarían dispuestos a hacer una inversión si se les garantiza la concesión del flujo de agua que ahora baja, y que está en posesión de Canasa (empresa pública que construye y gestiona el Canal de Navarra)”.

Añade que los interesados “han estado ya viendo las instalaciones y los tubos del salto de agua” con el Ayuntamiento y con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). La central es hoy propiedad del Ejecutivo foral.

“Desde el departamento de Obras Públicas nos van a concertar una cita con Canasa para, precisamente, hacerles llegar esta propuesta y ver en qué disposición están. De lo que nos contesten, dependerá que el proyecto pueda llevarse a cabo o no. Hasta que no se produzca la reunión, Obras Públicas nos dice que no va a hacer nada con la central”, indica.

“Creo que sería importante que se tuviera en cuenta esta opción para que finalmente se haga algo en la central y no se pierda este patrimonio”, considera.

Exposición y documental

Del mismo modo, y tras la publicación de un artículo sobre el posible derribo de la central en este periódico, otra persona se puso en contacto con el consistorio para facilitar una copia de todo el material del que dispone relacionado con El Irati.

“Es un enamorado de las centrales hidroeléctricas y todo lo que tiene que ver con ese mundillo. Ha ido recopilando fotografías, artículos, audiovisuales y trabajos relacionados con El Irati (la saca de madera, su transporte, el tratamiento, las centrales…). En su día, como había un proyecto para convertir la central en un museo, donó ya una copia de todo lo relacionado con Aoiz a la Fundación Itoiz“, explica Lako.

“Tenemos intención de hacer una exposición con ese material más adelante, independientemente de si podemos o no convertir la central en museo, porque nos parece muy interesante. Hay cosas muy curiosas”, asegura.

Asimismo, y en torno a la extinta sociedad El Irati, se va a proyectar el viernes 28 en la casa de cultura, a las 20.00 horas, el documental Pagoa. Memorias de El Irati. Es el proyecto fin de carrera de las jóvenes agoizkas Edurne Mañú y Rut Etxarte. Ese día, el etnógrafo Fernando Hualde presentará también un libro sobre el tren Irati.

Komunikabidea: Diario de Navarra

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