Más de dos horas esperaron estoicamente los más txikis del grupo de danzas de Aoiz, Agoizko Dantzari Taldea, para su puesta de largo en la plaza del pueblo, justo el día grande de las fiestas patronales. Programada la actuación tras los actos religiosos, que se alargaron, y tras el lunch popular ofrecido por el Ayuntamiento, consistente en chorizo, pan y vino para vecinos y visitantes, se abrió la actuación de los dantzaris de Aoiz, que tuvo como novedad de este año, por una parte, la presentación del grupo txiki, y por otra, el baile del Paloteado de Cortes, dedicado al santo.
La actuación general consistió en el baile de Azuri Beltza y Gorulari, adaptados para los más pequeños del grupo, de seis y siete años, y ensayados expresamente para la ocasión.
Los medianos bailaron un Uztai dantza, mientras que los mayores interpretaron el Paloteado y las chicas el Arkudantza. “El paloteado es el baile de cortesía que en Cortes se le hace a San Miguel. Nosotros aquí también se lo hacemos, aunque no todos los años”, comentaba Mikel Villanueva, del grupo de mayores.
Pero ayer los protagonistas sin duda fueron los txikis. En total, 22 niños y niñas, 60% chicas, 40% chicos, se han animado a formar parte del grupo de danzas de Aoiz. Lo han hecho de la mano de tres mujeres, que son además madres y han tenido relación con las danzas. Inés Villanueva, María Eugenia Avelino, y Leire Ardanaz tomaron el relevo al darse cuenta de que podían intentar sacar adelante este grupo de pequeños dantzaris agoizkos. “Vimos que había cantera y también vimos que los jóvenes no se pueden ocupar siempre de todo. Así que decidimos animarnos a ver que salía”.
Así tomaron el relevo a dantzaris del grupo joven que, por motivos de trabajo o estudios, no residen a diario en Aoiz o bien les falta tiempo para dedicarles a los pequeños.
Antes de la actuación de ayer, Mikel Villanueva expresaba su satisfacción por ello. “Es una gozada. Siempre algún dantzari tiene que coger a los txikis para enseñar. Eso es aquí y en todos los grupos. Pero no siempre se puede. Esto es una ayuda buenísima y representa la continuidad. No podemos dejar que desaparezcan 500 años de danzas en Aoiz”, apuntaba.
Edurne Ozkoidi y Urko Rellán comentaban entre sus compañeros que les gusta bailar. Edurne se decidía por el A Zuri Beltza, mientras que Urko no se decantaba por ningún baile. Recordó después que, con dos años de ensayos, bailó el Aurresku el día de los Txikis, hace dos meses.
Argazkiak: Susana
Komunikabidea: Diario de Noticias