Aoiz abre por carnaval la “calle maldita”

Llevaba más de 75 años cerrada. De hecho, muchos vecinos no sabían de su existencia, y tampoco del triste suceso que aconteció en ella y que llevó a su clausura. Ni se conoce con exactitud su antiguo nombre. Se trata de una pequeña y angosta calle del casco antiguo de Aoiz que, después de tanto tiempo en el olvido, fue reabierta el pasado sábado, y esta tarde será “purificada” como colofón del carnaval de la villa.

“No hemos querido reinventar el carnaval, cita con mucha historia en el pueblo, sino simplemente añadirle un toque, darle un empujón para que sea más atractivo, pues la propuesta resultaba escasa”.

Así lo aseguran desde el grupo de danzas de Aoiz, que en 2006 inició un trabajo de estudio para actualizar los carnavales agoizkos, bajo la tutela del filólogo y escritor Joxemiel Bidador. Esta cita ha sido protagonizada desde siempre por dos tipos de personajes: los cascabobos y las mascaritas.

Durante su labor, llegó a sus oídos que años antes de la Guerra Civil (incluso pudo ser a principios del siglo XX), y durante un carnaval, tuvo lugar un asesinato en una calle que desde entonces permanecía cerrada. La vía en cuestión discurre paralela a la calle La Plaza, y desemboca tanto en la Plaza del Mercado como en la calle Virreyna. Mide 100 metros, y no está pavimentada. Su acceso estaba bloqueado por ambos lados, respectivamente, por un vallado metálico y por un frontal de madera.

Al parecer, para cometer el crimen se habrían aprovechado el anonimato que ofrecen las máscaras y la oscuridad de la noche. “No hemos encontrado una fecha exacta ni hemos querido profundizar en sus protagonistas, pero lo que se ha constatado, hablando también con gente mayor, es que el hecho sucedió”, dicen.

De este modo, y en conversaciones con el grupo de euskera Karrika, se vio la oportunidad de introducir en el carnaval de Aoiz un elemento de purificación del mal similar al de Lantz, donde se quema al bandido Miel Otxin. “Aquí, purificaríamos esta calle “maldita””, dicen. “Los vecinos nos dieron el visto bueno, y el ayuntamiento nos permitió abrir la vía entre el sábado y el martes. La adecentó e iluminó, y también editó trípticos para repartir en la escuela y entre los vecinos”, recuerdan.

Mucha expectación

La calle se abrió el sábado, pasadas las 7 de la tarde. Tras servirse una chocolatada, a esa hora se escuchó la historia de la vía por megafonía, y, entre el estruendo de petardos, los cascabobos salieron de su interior. Les siguieron mascaritas, zanpantzar, txistularis y gaiteros, y arrancó una kalejira para recolectar huevos y chistorra con los que poder preparar una tortilla que se servirá el martes.

“Hubo mucha expectación. Los más pequeños preguntaban dónde había sido el asesinato. Los adultos, por su parte, se adentraban curiosos por una calle por la que nunca habían pasado”, apuntan los dantzaris.

El martes a la tarde, y tras una pasarela de disfraces infantiles, habrá una nueva kalejira a las 7, y después se quemará en la tradicional hoguera a dos nuevos personajes, Ziriko y Kapusai, que representan a los protagonistas del suceso. Después, cascabobos y mascaritas atravesarán la calle con antorchas prendidas en esta hoguera, y la calle se dará por purificada.

“Se nos ha preguntado por qué no dejarla abierta, pero la idea es que permanezca como estaba. Habrá que esperar un año para poder volver a pasar por ella”, sentencian los dantzaris.

Testua: Diario de Navarra
Argazkiak: Maite

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