Incursiones y rapiñas cometidas por el ejercito francés durante la guerra de la Independencia en la villa de Aoiz y el valle de Lónguida

Después de la batalla de Tudela, dentro de los episodios de la guerra de la Independencia (1808-1814), en que los franceses vencieron a las tropas del general Castaños, las citadas tropas españolas se vieron obligadas a abandonar Navarra. A partir de ese momento, la ocupación francesa se extiende por todo el territorio, estableciendo guarniciones militares en los puntos más estratégicos. El objetivo de estos destacamentos era mantener el orden entre la población y asegurar las comunicaciones. Estas guarniciones se irán agrupando a partir del año 1809, para garantizar mejor su propia defensa.

Batalla de Tudela de fecha 23 de noviembre del año 1808 inicio de la guerra de la Independencia

Entre los años 1809 a 1812, los franceses tuvieron guarniciones en todo el territorio navarro. Según los papeles Hernández (A.G.N.) leg 2. núm. 3. Las guarniciones estaban situadas en Aoiz, Arguedas, Arriba, Betelu… (Un total de 33 municipios de Navarra). El contingente militar de cada una de estas guarniciones variaba en número, en función de las circunstancias de la guerra. En el año 1813, tras la batalla de Vitoria, los franceses se replegaron en dirección de la frontera francesa, permaneciendo únicamente como plaza fuerte la guarnición de Pamplona.

Es evidente que la debilidad militar francesa mostrada a partir del año 1813, tuvo su origen en la primavera del año 1812, cuando el emperador Napoleón Bonaparte, para atender a la campaña de Rusia, retiró de España unos 60.000 soldados; aunque hasta junio del año 1812, el mapa de ocupación francesa, tanto de España como de Navarra, no varió su dominio, como se recoge en las magníficas explicaciones que presenta el historiador D. Francisco Miranda Rubio, en su documento La Guerra de la Independencia de Navarra. La acción del Estado. Pamplona 1977.

Como hemos señalado con anterioridad el emperador, retiró tropas de Navarra para la campaña rusa. Un pequeño ejército se mantuvo concentrado en Pamplona bajo el mando del general Abbé. Se reducen efectivos militares en el resto de las guarniciones, incluso se suprimen algunos de los que estaban localizadas en la Zona Media o la Ribera de Navarra. En el verano del año 1812, las fuerzas francesas que había en Pamplona se componían de 4.500 infantes y 500 soldados de caballería. Otros 500 soldados estaban repartidos entre las guarniciones militares ubicadas en las localidades de Arriba, Caparroso, Irurtzun, Lekunberri, Tafalla y Tudela. Las columnas volantes de soldados francesas circulaban por todo el territorio navarro, para mantener abiertas las comunicaciones. Su número no superaba los 2.000 soldados.

Con efectivos tan limitados en ocasiones, los soldados franceses tenían que luchar contra los guerrilleros españoles, para impedir el bloqueo de las vías de comunicación con Francia y mantener expedita la ruta, se fijaron pequeños destacamentos militares en Auritz-Burguete, Elizondo, Amaiur-Maya, Orbaizeta. Orreaga-Roncesvalles, Doneztebe-Santesteban y Urdazubi-Urdax.

Famoso guerrillero y militar navarro conocido con el nombre de Francisco Espoz y Mina

Después del verano del año 1812, los franceses reconocieron que su lucha contra los guerrilleros al mando de Espoz y Mina era ineficaz. Hacían pocos progresos para contrarrestar su capacidad bélica, ya que al conocer los guerrilleros el terreno donde se luchaba, les facilitaba su desaparición en determinados momentos y el volver a reaparecer con más fuerza e ímpetu que en tiempo anterior. En el mencionado año de 1812, los guerrilleros conscientes de su fuerza, comenzaron a llevar a cabo acciones bélicas de cierta consideración. Así Espoz y Mina, con sus pertrechos, atacó al general francés Cafarelli en la comarca de la ciudad de Vitoria. La victoria parece que se decantó a favor de los guerrilleros. En agosto, estos mismos guerrilleros asediaron a un destacamento de miqueletes ubicado en la Casa Colorada, edificio situado cerca de las murallas de Pamplona.

Poco tiempo después, fue capturado por los guerrilleros un convoy mandado por el General Abbé, que había salido de Tudela en dirección a Pamplona. El convoy iba bien pertrechado de armas en gran cantidad, poco antes de la evacuación de los municipios de Lodosa y Caparroso. Abbé fue herido levemente.

El militar francés Juan Nicolás Abbé, llegó a Navarra en el verano del año 1812, como general de División bajo las órdenes del general Reille. Persiguió a las fuerzas guerrilleras de Espoz y Mina, e incluso cuando en diciembre de ese año fue designado Gobernador de Navarra, dirigió personalmente las acciones militares orientadas al cobro de contribuciones a los navarros. Tras la batalla de Vitoria estuvo al frente de la Tercera División, encargándose de la retaguardia del ejército del duque de Dalmacia.

Días después de ser nombrado Gobernador de Navarra, Abbé se aventuró a realizar una salida de Pamplona, y también fracasó, en su intento de recoger leña para su gobernación de Pamplona, que estaba asediada permanentemente por los guerrilleros de Espoz y Mina.

Durante estos acontecimientos la población civil soporta con todo rigor la financiación de la guerra durante más de un lustro, siendo desproporcionado el esfuerzo económico con respecto a las rentas de que disponía Navarra. Sobre todo, fue el campesinado quien sostuvo en mayor medida el peso de la guerra, al arrebatárseles por parte de los franceses sus cosechas, sus ganados, y sus medios de trabajo y transporte. Cuando finalizó la contienda estaban totalmente arruinados y exhaustos. Mantener económicamente a los ocupantes provoca el deseo inevitable de quitarse a los franceses de encima, para aliviar sus condiciones financieras. Ese afán de expulsarlos a toda costa, obliga a los ciudadanos a alzarse en armas e incorporarse a las guerrillas, o al menos a colaborar con ellas.

Acción guerrillera en la Guerra de la Independencia española contra las tropas francesas

Este tipo de enfrentamientos empleados por las guerrillas resultó muy efectivo para este tipo de conflictos, a la larga provocaba cansancio, agotamiento y desesperación a los franceses. Un lento pero continuo desgaste, tanto físico como psicológico, que era el objeto primordial buscado para originar la salida de los franceses de Navarra en particular, y en general, de la península ibérica.

Continuando con el desarrollo de los acontecimientos, el día 12 de octubre del año 1812, el general francés Abbé, organizó algunas incursiones por Tafalla, Estella y pueblos situados en estas rutas, con el fin de exigir las correspondientes contribuciones y llevar trigo y vino a Pamplona. Pero no tuvo el éxito esperado, debido a los constantes ataques de los guerrilleros, temiendo cada vez más salir de esta ciudad para obtener suministros, por lo que recurre a las amenazas y obliga a los pueblos más próximos a la ciudad a que sean ellos los que transporten los víveres a Pamplona.

A este respecto, hemos tenido acceso a documentos públicos del A. G. N., en donde se relatan las actuaciones de las tropas francesas en las incursiones que realizó a mediados del mes de junio del año 1813 por el gobernador de Navarra, en municipios del valle de Lónguida. Son notables las acciones del general francés Abée, sobre las poblaciones del citado valle. Los documentos que recogen estas actuaciones, se inscriben en las actas notariales del escribano Salvador Barrenechea, en las fechas donde se relatan las incursiones de saqueo del patrimonio de los pueblos de este valle de Lónguida. Con el fin de conocer lo inscrito en un documento notarial del citado escribano, pasamos a exponer las acciones de requisa de propiedades:

En la villa de Aoiz a primeros de junio del año 1813, ante mí el escribano y testigos infrascritos parecieron presentes Manuel de Reta y Juan Martín Irigoyen, residentes en el lugar de Rala del (valle de Lónguida hallados al presente en esta dicha Villa, y mediante juramento que voluntariamente en forma dispuesta por derecho han prestado en manos de mí el escribano, que doy fe absuelto de dicho juramento, declarar que por la mañana del 11 de mayo último pasado, llegó a las inmediaciones del dicho pueblo de Rala (valle de Lónguida), una columna de tropas francesas mandada por el Excelentísimo Señor Gobernador de Navarra, barón Abée, y estando paciendo en las hierbas de las mugas de los términos de dicho lugar de Rala, 600 cabezas de ganado menudo lanar y cabrío propias de Juan Martín Enecoiz y Martín José de Ibarra vecinos de dicho pueblo de Rala, fue cogido y llevado dicho ganado por las mencionadas tropas francesas:

Documento del escribano de la villa de Aoiz, donde se recoge la rapiña de ganado por parte de los franceses en el lugar de Rala (Valle de Longuida)

Que dicho ganado de componía de 300 carneros, y otros 300 entre irascos, cabras, cabritos y corderos; que los carneros valían cada uno, la cantidad de 20 pesetas y media y las demás cabezas valúan y se estiman una con otra a 20 pesetas, de manera que el valor total de dichas 600 cabezas de ganado menudo a los precios expresados importa 12.150 pesetas, que hacen 48.600 reales de vellón.

Que siendo cierto todo lo relacionado, también lo es, que dicho ganado es propio y privativo de los enunciados Juan Martín Enecoiz y Martín José de Ibarra, sin parte ni derecho de otra persona alguna; cuyo ganado les hace falta para el sustento de sus familias o en su defecto su importe, pues de lo contrario se experimentará el total recurso de su propiedad. Que es justo lo que declaran bajo juramento que llevan prestado, en que leyendo esta declaración en ella se afirmaron, ratificaron y no firmaron por no saber, y en fe de ello y de que los conozco firme yo el escribano Real. Ante mi Salvador de Barrenechea.

Hemos obtenido otro documento del A. G. N., similar al presentado, que expresa:

Documento del mismo escribano donde se recoge el pillaje de las tropas francesas en Arizcuren

En la misma fecha 11 de junio de 1813, las tropas francesas mandadas por el mismo Varón Abée, gobernador de Navarra, se personaron en el lugar de Arizcuren (valle de Lónguida), próximo al lugar reseñado de Rala, y estando pastando en el lugar 400 cabezas de ganado menudo lanar, propiedad de Juan José Andraiz vecino del mismo pueblo de Arizcuren, cuyo ganado fue arrebatado y llevado por la columna de tropas francesas.

Que siendo cierto el hecho que las 400 cabezas de ganado, se componían de 248 carneros, 4 mudaos y 152 entre irascos, cabras, cabritos, ovejas y corderos, que las cabras valían a 24 pesetas cada una y las 152 cabezas restantes a 20 pesetas cada una, cuyo importe asciende a 8.992 pesetas. Manifestando dicho Juan José Arnaiz que las 400 cabezas de ganado son propias y privativas de dicho señor. Y que tanto ellas como su valor le hacen falta para su manutención y la de su dilatada familia. Que es cuánto puede declarar bajo juramento que lleva prestado, se afirmó, ratificó y no firmó por no saber hacerlo, en fe de ello y que lo conozco firmé yo el escribano. Ante mi Salvador de Barrenechea. Escribano.

Presentamos un nuevo documento sobre las incursiones y rapiñas de las tropas francesas, en este caso, realizadas en la villa de Aoiz en la persona de uno de sus vecinos Alejos de Gorriz, vecino de la citada villa. Para verificar este documento hemos transcrito el proceso número 262041 el A. G. N.

Parte del documento de la apropiación por parte de los franceses de bienes de Alejos de Gorriz

En el mismo, el citado vecino presenta una queja contra la villa de Aoiz, sobre la reclamación de ciertas cantidades de dinero que ha tenido que entregar a las tropas francesas de parte de sus propiedades. Hace la siguiente exposición: Alejos de Gorriz vecino de la villa de Aoiz, con la mayor atención dice que desde que empezó el levantamiento, tiene un hijo voluntario en la División militar de ese Reino, y como los enemigos han perseguido con el mayor empeño a los padres, el exponente tuvo que abandonar su casa haciendo fuga del pueblo con su familia en las ocasiones que se asomaron a dicha villa, el enemigo.

Esta persecución que más adelante se supo, sin género de dudas que se dirigía personalmente contra la persona del suplicante, le precisó el mudar de residencia a otro pueblo, pues pareció que los franceses, cuando visitaban la villa de Aoiz, se empeñaban en perseguirle, acaso porque tiene el apellido Gorriz, tan aborrecible para ellos. En estas circunstancias, en el mes de junio del año 1811, tuvo noticias de que se aproximaban los franceses, por lo que abandonó como solía el suplicante, su casa y la villa para disponer su protección. Y llegada la tropa, fue Francisco de Manterola, teniente de alcalde, quien acompañó a la casa del suplicante (con aviso previo), para luego abrir la bodega y retirarse. En esta ocasión se apoderaron los franceses del suplicante, 14 cargas de vino que valen a 24 maravedíes la pinta, 15 arrobas de tocino salado que había en la misma bodega, que su precio es de 23 pesetas la arroba y un pellejo con 5 arrobas de aceite, su precio de 12 pesetas. Que todo importa 2.300 reales fuertes.

Como hemos señalado en los documentos de los lugares de Reta y Arizcuren en que se presenta el hecho del robo de ganado, pero no se especifica a quienes se requiere el abono del importe de estos hechos. En el caso de las rapiñas de comestibles, esta persona de la villa de Aoiz, al ser un miembro del ayuntamiento el que facilita la apertura del lugar donde estaban los géneros robados, será el responsable de la acción. Por este motivo, se señala que sea Aoiz quien pague la rapiña realizada por los franceses.

Este documento nos informa de estos hechos que realizaron los franceses, aprovechando su invasión y estancia en la villa de Aoiz, valle de Lónguida y otros lugares de Navarra, durante la Guerra de la Independencia (1808 – 1814).

Josetxo Paternain Nagore
Miembro de la Asociación Cultural HIDEA de la villa de Aoiz