Herbaria, arte floral y cultivo sostenible en el Pirineo

Fue aquella hermosa primavera del confinamiento la que hizo que Kattalin Barber detuviese su mirada en los paisajes del valle de Arce y, sin saberlo, abrió una puerta a un universo de flores y colores que, con el tiempo, acabaría convirtiéndose en la raíz de lo que hoy es su proyecto de vida: Herbaria. “Con el coronavirus paseaba mucho y ahí me fijé en la cantidad de flores que hay, como si no las hubiese visto nunca. Y esa fijación me abrió un mundo muy grande en el que sigo metida”, cuenta esta vecina de 35 años del pequeño pueblo de Saragüeta.

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