Aoiz florece por San Miguel

«Nos pegamos todo el año ensayando para este día», contaba Arrieta Iribarren Etxabarri, dantzari de 22 años, que desde hace cuatro se encuentra al frente de uno de los grupos txikis. Este domingo, tanto el grupo de mayores como los pequeños —unos 80 en total—, se reunieron a las 13.00 horas en la plaza Baja Navarra para actuar. «Están muy nerviosas. Sufro mucho porque, como sé que pueden, les exijo un poco más. Después, cuando las veo, se me pone la piel de gallina. Estoy muy orgullosa de ellas», admitía Iribarren. Para los espectadores, que no eran pocos, el Ayuntamiento, como cada año, había preparado pan, queso, vino y chorizo. José Luis Pérez Goñi, de 59 años, era uno de los que estaba trabajando. Él, pese a no probar bocado, disfrutaba del ambiente entre los vecinos. Y eso, para Iribarren, la dantzari, era lo más importante: «Disfrutar. Eso es lo que les digo siempre a las txikis antes de bailar».

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