Hospital de la villa de Aoiz. Existencia, desarrollo y funciones del mismo desde el siglo XVI hasta su desaparición en el siglo XX (Parte I)

La numerosa información consultada en varios archivos de Navarra acredita la existencia de un hospital en la villa de Aoiz. Esta entidad realizó a través de su existencia y funcionamiento, labores de atención a tratamientos y seguimiento de la curación de personas del vecindario y otros pacientes, como a soldados, comerciantes y viajantes en general, que tuvieron un especial cuidado por parte de los servicios médicos en él existentes, y que dejaron noticias de su impronta y buen hacer a través de los tiempos en que se desarrolló su actividad.

Según consta en los documentos consultados, el hospital de Aoiz estaba dirigido por un denominado Mayordomo, administrador nombrado por el ayuntamiento de la villa, según se recogen en diversos documentos notariales.

Sería temerario por parte del autor de este trabajo, intentar desarrollar todas las actuaciones de esta entidad, que a lo largo del transcurso de sus actividades serían muy diferentes en cuanto a cada una de las épocas de la historia de los acontecimientos del mismo, por tanto, hemos acotado el estudio de una serie de documentos, de tiempos diferentes, con la finalidad de aportar unos conocimientos dispares que nos han dado información amplia y detallada que incluiremos acompañando a este trabajo.

Los documentos consultados y estudiados hacen referencia en el siglo XVI (año 1550) de varias fechas, que determinan en este trabajo el inicio de su funcionamiento, y que según noticias, concluyen en el siglo XX (año 1945), en donde se tienen noticias del cese de la prestación de sus servicios a la villa de Aoiz.

Para centrar el funcionamiento de este servicio a los pacientes afectados, vamos a situar esta institución en el espacio del municipio. Por noticias que hemos obtenido y en documentos consultados, conocemos la situación del hospital de Aoiz desde fechas de su última urbanización, que se encontraba en el barrio denominado de Iribarren y pensamos que es una implantación bastante reciente, por el tipo de construcción. Suponemos que, al comienzo documentado de su actividad en el siglo XVI, tendría otras características en su construcción y su situación dentro del espacio urbano de la villa, que no hemos podido determinar.

Edificio actual en donde en tiempos pasados estuvo situado el al Hospital de la villa de Aoiz

Desde nuestro conocimiento, que lo situamos en el año 1945, que es la fecha de la extinción de sus servicios, lo situamos en los bajos del portal número 11 de la calle San Miguel en los arrabales del pueblo antiguo (ver fotografía). Según conocimientos personales, encima del local dedicado a hospital estaba situada la escuela antigua de párvulos de Aoiz, regentada en su día por la maestra Doña Cirila, de grato recuerdo.

Conocida como antiguo hospital, ikastola, ludoteca… hoy en día tiene nuevo nombre: Euskararen Etxea, siendo un espacio abierto y albergando todo lo relacionado con el aprendizaje del euskera y el desarrollo de la cultura euskaldún, tras la apuesta de AEK por reformar este edificio municipal que ocupa desde el año 1985. La reforma de la casa ha consistido en su aislamiento, insonorización, intervención en ventanas, baños, pintura y dotación de wifi y nuevas tecnologías para su labor administrativa y formativa entre otras actividades. AEK sufragó las obras, firmando un convenio de uso con el ayuntamiento de la villa de Aoiz para sus múltiples operaciones en 15 años, con posibilidad de ser prorrogables.

Para entrar en la parte de la historia del funcionamiento de esta entidad, que cumplió como función principal proporcionar atención médica a los pacientes, hemos estudiado una serie de documentos, esencialmente procesos, sobre los cuales vamos a desarrollar una serie de conocimientos que nos reflejan la actividad de esta entidad a través de diferentes épocas.

Uno de estos hechos importantes nos ha sorprendido por su singularidad, nos proporciona una referencia al hospital de la villa de Aoiz, hecho sucedido a mediados del siglo XVI. Los hechos están detallados en el proceso nº 239962 del Archivo General de Navarra.

Un primer documento del mismo, sobre noticias contrastadas, tiene lugar con fecha 21 de enero del año 1550, en donde el alcalde de Aoiz Charles de Raxa, inicia un expediente sancionador contra un personaje llamado Guillen Basco, originario del territorio de la Baja Navarra, por las heridas causadas al hospitalero de dicha villa. En la denominación de hospitalero se refiere al responsable de los servicios de la entidad hospital de Aoiz.

Los hechos sometidos a la jurisdicción del alcalde de Aoiz según el relato que el mismo realiza, se refieren al incidente que se origina en las inmediaciones del hospital, en el que se hallan presentes su propio responsable Juan Moreno, su mujer María de Huarte, un soldado y tambor de la compañía del capitán Campuzano y un tal Guillen Basco, cuya referencia es estudiante de los aires. (Según estas acepciones tan especiales, este personaje es de origen vasco de la Baja Navarra, en cuanto a la definición del mismo señalado como acusado, se describe como que ha sido y es vagabundo, medianamente válido como persona, de malas costumbres, fama de andar abusando sobre los pobres y hace mucho mal a las mujeres a las que trata de quitarles sus prendas).

Una parte del documento donde se detallan las declaraciones del alcalde de Aoiz sobre la agresión

En esta situación se hallaban los citados personajes, viendo desde el acceso al hospital el desarrollo de un deporte (jugaban a la balleta, no hemos podido identifica de qué juego de trataba), cuando un mal entendido entre ellos, originó una reyerta entre dicho hospitalero Juan Moreno y el nombrado Guillen Basco, con una agresión de este último personaje al primero, al atacarle y dañar a esta persona con un asador, y ocasionarle heridas de importancia.

En esta situación y a través de las declaraciones del dicho alcalde, se presentan todas las circunstancias en un juicio entre partes. El mismo se plantea, con una gran minuciosidad, interviniendo el fiscal acusador en defensa del agredido y por un hombre bueno en defensa del agresor, el nombrado Guillen Basco, que aparece como pobre de necesidad. Se incluyen en el informe declaraciones de las personas que intervienen en la revisión de las heridas, dos cirujanos, uno propio de la compañía de soldados y el otro de la villa de Aoiz. Asimismo, declara el propio agresor, con una versión de los hechos contraria al resto de los asistentes.

Se comprueba examinando los 31 documentos que se incluyen en este proceso y en él, se consideran todas las etapas de su desarrollo ante la autoridad judicial que incluye el mismo, trasladando su resolución a Pamplona, sede de la instancia de los alcaldes del Reino de Navarra. Como resultado del mismo, se presenta un veredicto condenando al agresor Guillen Basco, del nombrado Juan Moreno, administrador del hospital de la villa de Aoiz.

Veredicto del proceso incoado al agresor Guillen Basco por parte de los alcaldes de nuestra Corte

Las penas de esta condena son muy graves: literalmente dice: sea sacado de nuestras cárceles reales, caballero en una bestia y sea llevado a la vergüenza por las calles acostumbradas de esta ciudad y le sean dados cien azotes pregonando su delito y así bien lo condenamos en destierro perpetuo de este nuestro Reino de Navarra. El cual mandamos lo salga a cumplir dentro en diez días. Está señalada esta sentencia en la ciudad de Pamplona martes a 11 días del mes de enero del año 1550.

Este proceso, el más antiguo que hemos hallado y estudiado procedente del Archivo General y Real de Navarra, nos ofrece conocimientos de la existencia de un hospital a mediados del siglo XVI en la villa de Aoiz.

Por la gravedad de la condena, al agresor del hospitalero de Aoiz, acreditamos la consideración que tenía el hospital de la villa, creemos que sería importante en el cuidado y curación de los ingresados en este establecimiento.

Para continuar con la historia del Hospital de Aoiz, hemos obtenido de la obra La beneficencia en Navarra a través de los siglos, cuyo autor es Marcelo Núñez de Cepeda, editada en el año 1940, noticias interesantes respecto al desarrollo del mismo. Ampliando esta información, hemos obtenido datos del estudio que se hace de la obra Historia de los hospitales vascos, I Navarra, del autor José Luis Goiti Iturriaga.

Con relación al primer libro mencionado, obtenemos información sobre la historia del hospital de Aoiz. Los datos más antiguos que nos facilita la obra hacen referencia a acontecimientos del siglo XVI, y todos ellos están señalados en los Autos de las Santas Visitas Pastorales hechas en la parroquia de Aoiz. El primero es del día 9 de diciembre del año 1576 y de esta visita practicada por el Maestro Pedro de Albistur, hay el siguiente mandato: Ansi bien abiendo visitado personalmente El Ospital de la dicha villa hallamos tener necesidad la casa del dicho hospital se suban las paredes en dos codos y medio de alto y que conviene se agan dos aposentos, el uno para los clérigos y el otro para las viudas y pobres que en el dicho mayordomo hospital vinieron a rrecogerse; por tanto mandamos a Miguel San José, mayordomo del dicho hospital, tenga cuenta de azer subir las dichas paredes y azer los dichos de los bienes y Rentas del dicho hospital y esto cumplan él y los mayordomos que serán por primera visita so pena de excomunión. (Es una copia literal del texto).

Se puede afirmar que la conservación de este Hospital se debe en gran parte al celo puesto por los señores visitadores de este Obispado, pues el 15 de septiembre de 1602: Se encarga y manda al alcalde y Regimiento de esta villa tengan mucho la rrazon de su del hospital de ella y agan hacer para el buen acogimiento de los pobres asta ocho sábanas y cuatro mantas y lo demás que fuere necesario, animen a las personas devotas a que ayuden con sus limosnas, cobren las mandas que dejen en su favor.

El 3 de junio del año 1608 se ordena a Juan Ruiz de Amatriain mayordomo que: atanto nos consta que el libro del hospital desta villa se a perdido adonde se asentaua la rraçon de su acienda que sobre ella an sacado censura contra Martin de balanza mayordomo que dicen fue de manera que no ay rraçon de lo que tiene de bueno, (literal). Haga las diligencias necesarias para que se cobren las deudas y si no lo hiciere, sea excomulgado, y asimismo, se abra un libro donde se asiente la hacienda del hospital y se ponga en él un inventario de todo cuanto posea. Más tarde, en el año 1602, se cita a distintas personas que eran deudoras al hospital, para que en un plazo perentorio paguen sus atrasos amenazándolas con las penas eclesiásticas más graves.

Aún se patentiza más interés que la Autoridad Eclesiástica ponía en la conservación del Hospital leyendo el siguiente acto de la visita girada el 6 de agosto de 1627:

Ítem habiendo visitado el hospital se halló desproveído de camas para los pobres y con mucha necesidad por cuanto se h manera en la vendimia, llevando un libro en que escribir lo que cada uno ofrece para el dicho hospital han hecho algunas obrillas, mando el Sr. Visitador que los administradores pidan al Cabildo, Alcalde y Regimiento que los acompañen y se hagan una deja de trigo en el tiempo presente y otra de la misma manera en la vendimia llevando un libro en que escribir lo que cada uno ofrece para el dicho hospital, con lo cual se procure poner algunas camas de limpieza y aseo y para que mejor se gobierne el dicho hospital mando que se seque una copia de las ordenaciones que se hicieron en el Sínodo en el capítulo 4º de religiosis domibus, y de buena letra se pague en una tabla, la cual esté colgada en un lugar público donde los mayordomos y administradores la puedan leer y también el hospitalero para que se sepa como se deben haber con los pobres que vienen al dicho hospital.

Ejemplar sobre documentos sobre los hospitales vascos y en concreto de los de Navarra

El Ilustrísimo Sr. D. Pedro Aguado, el 30 de octubre del año 1713, decreta que teniendo conocimiento que, si un mayordomo está encargado mucho tiempo de los bienes del hospital, hay peligro de que sea moroso en dar las cuentas, sea desde entonces nombrado cada año y siempre distinto, para excusar este inconveniente y que a lo sumo sea prorrogado en su cargo durante tres años y no más.

Doña Ventura de Guirior, marquesa de Guirior, en testamento otorgado por ella en Pamplona, el día 11 de noviembre del año 1803, ante el notario D. Miguel Antonio Belza, en su cláusula sexta dispone:

Ítem quiero y mando que a favor del hospital de la dicha villa se establezca y funde un capital a perpetuo que produzca anualmente treinta pesos y que estos se distribuyan en beneficio de las necesidades de dicho hospital por mi heredero y el Vicario de la Parroquial de aquella villa y en falta de uno y otro por sus sucesores en sus respectivas representaciones.

El capital de esta fundación se colocó al rédito de tres por ciento sobre los propios del Ayuntamiento de Aoiz, pero también el Ayuntamiento y el sucesor de la fundadora fueron poco escrupulosos en pagar dichos réditos por lo que el excelentísimo Sr. D. Severo de Adriani, Obispo de Pamplona, decretó el día 1 de mayo del año 1848, se haga una liquidación de lo que el Ayuntamiento adeuda a la fundación desde el año de 1834 inclusive, a fin de que se cumpla la piadosa voluntad de la fundadora.

A fin de ayudar a los gastos del Hospital se celebraron durante muchos años rifas de distintos objetos y una indefectiblemente de un cerdo, que se verificaba a últimos del mes de enero o primeros días de febrero y tuvo lugar hasta el año de 1929 inclusive, como consta en el libro del Hospital que se conservaba en el Archivo del Ayuntamiento.

El día que se escribieron estas noticias, el Hospital es un edificio nuevo y bajo el cuidado de las Religiosas de San Vicente, hallándose bien atendido y admirablemente administrado. Los gastos de construcción de este Hospital fueron abonados en su mayor parte por hijos de Aoiz que se hallaban en América y que respondiendo a un requerimiento que se les hizo, enviaron las cantidades necesarias para la edificación y su mobiliario.

Con esta documentación inicial, hemos realizado este primer trabajo sobre el Hospital de Aoiz en los primeros tiempos de su existencia. En un segundo trabajo que estamos completando, daremos nuevas noticias sobre esta institución existente en Aoiz y que tan buenos servicios ofreció a sus habitantes y necesitados de otros lugares.

Tiempos posteriores originaron la desaparición de sus funciones, debido a los cambios que sucedieron a partir de la creación de hospitales en las cabeceras del territorio de Navarra, debido a los cambios que había sufrido la sociedad actual respecto al cuidado de las enfermedades que necesitan hospitalización.

Josetxo Paternain Nagore
Miembro de la Sociedad Cultural HIDEA de la villa de Aoiz