Cortar los cables para intentar hacer justicia en Itoitz

El proyecto del pantano de Itoitz y del Canal de Navarra fue polémico desde el mismo momento en el que se planteó y provocó una división política y social en Nafarroa. Por un lado, los gobiernos navarro y español, tanto de UPN o PP como del PSOE, defendían la obra como imprescindible para el desarrollo del herrialde. Se trataba del concepto que posteriormente cristalizaría en el llamado Plan Hidrológico Nacional (PHN), que básicamente consiste en construir pantanos en la zona adyacente al Pirineo para posteriormente usar el agua embalsada en un territorio lejano, incluso mediante trasvases. Sin salir de Nafarroa, el también polémico recrecimiento de Esa se incluiría en este concepto. Frente a ellos, colectivos de defensa del medio ambiente, agricultores y ganaderos que defendían un modelo más pegado al territorio y formaciones de izquierda cuestionaban el proyecto destacando los costes medioambientales que supondría, que aumentaría la despoblación de comarcas de montaña (una cuestión que sigue sin resolverse) y que económicamente no tenía justificación más allá de beneficiar a grandes constructoras. En definitiva, un esquema que se ha repetido en numerosas ocasiones.

Para seguir leyendo la noticia original, clicar aquí.