En Aoiz hay una calle adoquinada (10ª y última entrega – Plaza del Mercado)

Desde siglos anteriores ha sido el punto más importante de reunión de la gente del pueblo, ya que al acoger en su recinto el mercado, vendedores y compradores acudían a ella semanalmente. Tiene tres entradas (los días de carnavales, cuatro) que le conectan con las principales calles del pueblo. Hemos encontrado documentos que nos confirman que algunas partes de la plaza estaban cubiertas, probablemente para proteger los puestos de venta durante el mal tiempo.


En la foto antigua lo primero que nos llama la atención son los plataneros que llegan a tapar la fachada de la casa. Al fondo la calle La Plaza y una casa de La Virreina. A la derecha se asoman las falsas acacias y en el centro, el recuerdo de la fuente que en 1952 se colocó y aunque permaneció allí varios años, nunca tuvo suficiente agua.

Está rodeada de grandes casas, algunas con bonitos escudos que después de siglos nos indican quienes fueron sus dueños y que han sido testigos del jaleo de los mercados, las comedias, y todo tipo de espectáculos. También contribuyó a dar más movimiento el estar al lado el estanco, y la tienda de Hnos. Vidondo que en alguna época llegó a dar el nombre a la plaza.

En la foto actual, los plataneros han sido cambiados por dos aligustres. No tapan la fachada de la bonita casa de la que podemos apreciar en su totalidad, dan sombra y un toque de verde. Se ve la calle de La Plaza y la casa del fondo solo conserva parte de su fachada.

Al haber tirado dos casas de su lado izquierdo ha quedado una plaza mucho más grande en la que el dibujo con sus adoquines, te lleva a mirar al centro. Se colocó un trampantojo con unos cuantos vecinos, que siempre estaban sonrientes y contentos, a pesar de tener enfrente las paredes vacías de Casa Díaz. Esperemos que vuelvan pronto, pues los echamos de menos.

Sigue siendo testigo de hogueras, conciertos, bailes, espectáculos y de una y mil historias que se escuchan entre sus piedras. Y una parte muy importante de que conserve ese aire cercano de punto de encuentro, es la Sociedad Anguiluerreka que durante 35 años ha reunido a grupos culturales y a varias generaciones de jóvenes, que han encontrado entre sus paredes un sitio donde estar y poder organizarse.


Esta es la última entrega de “En Aoiz hay una calle adoquinada”. Con estos sencillos comentarios yo he vuelto a recordar cosas y espero que a alguien más le haya pasado lo mismo.

Eskerrik asko .

Francisca Oroz
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