Nuevas danzas para representar la historia

agramonteses2016Entre ruido de sables y cascabeles, la princesa Magdalena y el rey Carlos III el Noble esperaban en la plaza del Mercado de Aoiz a que los ejércitos agramonteses y beaumonteses tomaran el campo de batalla para luchar primero y firmar la paz después, tal y como, según narra la historia, ocurrió en el ano 1479 en la ermita de San Román.

Aquel momento histórico fue representado por un centenar de agoizkos y agoizkas que, vestidos de los dos bandos, en azul y granate, respondieron por segundo año consecutivo a la llamada de Agoizko Dantxari Taldea, de donde partió la idea original en el seno de la sociedad Angiluerreka, que este año celebra su 30º aniversario.

En torno a un buen almuerzo, comenzaron a concentrarse y terminar de vestirse las cuadrillas, y a ensayar en algún caso las nuevas danzas creadas para el evento el año pasado, danzas con gaita y txistu que vienen a completar el amplio repertorio del grupo agoizko.

Pantalón y camisa blanca, faja y pañuelo azul o granate, según el bando, y espada en mano recorrieron los dos ejércitos las calles de la villa, encabezados por los dos gigantes bailados al son de los gaiteros de Sangüesa, Imanol Blasco, Patxi Gómez y Ana Iso, mientras que la comitiva la cerraban los txistularis y el grupo de pelaires agoizkos, tejedores de paños, en recuerdo de aquel viejo oficio de la localidad. Junto a ellos, caminaba Mertxe Larraza, en el papel de la regente Magdalena, ante la que se firmó la paz: “Hay que participar, si no no habría nada. Me lo pidió mi hija, Arantza, y yo le dije que contara conmigo. Me levantarán en escudo, y yo mostraré la corona a los capitanes de los dos ejércitos”, explicaba esta vecina de 62 años.

“Es una de las novedades de esta edición en la que hemos querido ajustarnos un poco más a la historia. Son danzas sencillas, para que todo el mundo se anime a bailar, explicaba Mikel Villanueva de Agoizko Dantzari Taldea, satisfecho por lograr una respuesta tan positiva. “Para un pueblo como Aoiz, que tomen parte más de cien personas es una pasada”, significaba. La música de las danzas que simboliza la guerra se la deben al gaitero José Luis Fraile; al txistulari Carlos Peñaranda, las de la paz: Ingurutxo, Jota y Porrusalda; la coreografía, el baile de Pelaires y el Zinta Dantza, de vuelta a la vida después de la guerra, es obra de Agoizko Dantzari Taldea.

8 COHETES. Treinta años lleva Angiluerreka, la sociedad cultural agoizka, como motor de las actividades culturales y festivas de Aoiz. El Ayuntamiento reconoció su labor y les concedió el cohete en agosto. Por eso, ayer también quisieron hacer algo especial y esta vez salieron al balcón de la sociedad, de dos en dos, los ocho colectivos que forman “la casa de Angiluerreka”: txistularis, gaiteros, Trikitixas, revista El Tuto, Zanpantzar, grupo de Montaña y Burrunba. En total más de 200 personas activan la vida cultural de la villa, decía Mikel Beroiz.

Unidos a ellos y a la fiesta, los tolosarras de la charanga Iraunkorrak, se apuntan de manera altruista a las fiestas txikitas de San Miguel, en cuyo marco se desarrolló ayer la mañana repleta de danzas de nueva creación que amplían el repertorio de los dantzaris al tiempo que rescatan su historia.

Testua: Diario de Noticias
Argazkia: Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Aoiz

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