Aoiz fue de los mayores

El Grupo de Guitarras y Voces de Bilaketa posó delante de la iglesia de San Miguel, donde cantaron para sus vecinos y vecinas de mayor edad. (MARIAN ZOZAYA ELDUAYEN)

Los mayores agoizkos se abrieron paso en el último y caluroso día de las fiestas desde primera hora de la mañana, cuando los jubilados de la asociación San Miguel llevaron a la residencia de la tercera edad los churros para el desayuno. “Es una costumbre que tenemos y que hace que este día también sea especial para ellos”, decía el presidente, Salvador Rubí.

Después les trasladaron al patio la música y la ilusión, con los gigantes, cabezudos, gaiteros y txaranga, y disfrutaron de una comida especial, igual que los 150 jubilados que celebraron su día en el Beti-Jai con sus invitados de Orreaga, Tafalla, Estella, Lumbier y Sangüesa.

Antes compartieron bancos en la iglesia con ellos y con los corporativos. Hicieron la ofrenda de flores, vino y pan en el transcurso de la misa cantada y escucharon por segundo año consecutivo las voces y guitarras del grupo Bilaketa, que cantó “con categoría y cariño”, según el párroco, Antonio Pérez Mosso.

El grupo lo forman 22 miembros, que empezaron a tocar la guitarra, y después a cantar, con el profesor Juan Beroiz. “Empezaron solo las mujeres y al tiempo, se acercaron los hombres, decididos y valientes”, bromea Martín Julio de Gracia, Kaixko, quien afirma sentirse muy a gusto en el grupo. Y es que en este coro “hay buen rollito”, apuntan.

Hace cuatro años cogió la batuta Marisa Burguete Zapata y comenzó a innovar el repertorio, que es muy especial y abarca temas en castellano, euskera e incluso, italiano. “La música es la armonía del alma y el lenguaje universal. Disfrutamos con lo que hacemos, sacamos lo bueno que tenemos y lo damos”, expresa la directora.

Con esta filosofía participan en fiestas, acuden a la residencia, a bodas y funerales, y cantan de corazón. Su mérito es haber comenzado de cero a aprender a tocar la guitarra, bien pasados los cincuenta, y lanzarse a cantar, todo en el marco de Bilaketa, y su alma, Salvador Gutiérrez.

Mayores pero activos, participan de la amplia vida cultural agoizka, y han sido protagonistas de sus fiestas desde el primer día, en el que lanzaron el chupinazo, hasta ayer, su día y el del Pobre de mí.

Komunikabidea: Diario de Noticias