Pañuelos y abrazos sinceros entre los protagonistas del reportaje El Aoiz de entonces se repartieron ayer en el Salón de Plenos, que alguno de ellos nunca había pisado. Los nombres de los que han puesto rostro y voz a la memoria oral agoizka del pasado siglo XX, y los profesionales que hicieron posible este trabajo documental (todos de Aoiz o vinculados a la villa), se oyeron seguidos de fuertes aplausos, tan fuertes que tuvieron que llegar hasta allí donde se encuentren los cuatro participantes que ya se fueron: Félix Cía, Andrea Itoiz, Fermín Lizarraga y Aurora Arrondo. “Ha sido un trabajo impagable que nunca os lo vamos a poder agradecer del todo.”, expresó visiblemente emocionado, Unai Lako, en referencia al “tesoro” del Aoiz de entonces, un trabajo de dos años hecho de manera desinteresada por este equipo de trabajo.
Con sus experiencias personales, han dado forma al legado que guarda para siempre el modo de vida ya desaparecido, “del complicado siglo XX”, definió Lako, repasando sus miserias: “Guerra Civil, enfrentamientos, hambre en la posguerra, intranquila democracia”. Le escuchaban especialmente atentos desde sus asientos los protagonistas del homenaje: Pablo Aristu, Timoteo Cosín, Cayetano Dendarieta, Plazido Erdozain, Felix Juan Erdozain, Encarna García, María Luisa Goiburu, Laura Goñi, Pedro Goñi, Sagrario Itoiz, Victor Jaso, Ramón Leache, Esther León, Paquita Lusarreta, José Luis Martínez, José Rípodas, Salvador Salvador, Miguel Unciti, Segundo Zalba, Josefina y María Teresa Resano. Lako extendió después el reconocimiento a los profesionales que han hecho posible el documental: Nekane Etxarte, David de Frutos, Miguel Alba, Ruth Etxarte, Edurne Mañú, Alfredo León, Katy Leache, Pello Guerra, Idoia Zabalza, Edurne Suberviola, Marian Ibáñez, Iker Ayanz, Labrit Patrimonio y Kike Diez de Ulzurrun.
Larga fue la lista y auténtico el agradecimiento. “Es un placer poder contar con gente como vosotros”, finalizó el primer edil dando las gracias a todos por dos años de trabajo desinteresado y con la satisfacción de haberlo podido hacer a pesar de las “apreturas económicas”.
Después, se mezclaron unos y otros para la foto de familia. Y es que el recorrido por la historia local ha fortalecido relaciones entre generaciones en Aoiz, y han ganado todos. Así lo expresaba ayer en el homenaje, modestamente, la propia Paquita Lusarreta. “Lo nuestro no tiene mérito, lo que sí tiene es lo de estos jóvenes, que han trabajado un montón, con una paciencia infinita, haciéndonos las entrevistas”.
Por su parte, Pello Guerra y Alfredo León, que no ocultaban su satisfacción por el trabajo bien hecho, admitían que el enriquecimiento había sido mutuo. Aseguraba el primero que a él le ha ayudado a descubrir, a profundizar y a entender el pueblo. “Me ha aportado mucho más de lo que he podido aportar yo”, afirmaba, al mismo tiempo que reconocía haber recibido una lección que, a su vez, el ha transmitido a su familia. Es más, añadió que le gustaría seguir con el “viaje iniciático”que ha representado para él El Aoiz de entonces.
“Había que hacerlo”, sentenciaba el diseñador, Alfredo León. Tantas veces nominado y premiado por sus carteles, aseguraba que este trabajo es el que más satisfacción le ha dado. “Ha sido el mejor, y muy enriquecedor”.
Cientos de personas se unieron al homenaje desde la calle respondiendo, pese al tiempo, al llamamiento del Ayuntamiento para respaldar a quienes han hecho posible este documental.
Komunikabidea: Diario de Noticias