Los conquistadores de lo inútil

En estos tiempos comerciales en los que ningún aspecto de la vida pasa inadvertido para los fines lucrativos, cabe más que nunca resaltar lo inútil. Más bien y como proclama el título, del mejor libro de montaña de todos los tiempos, escrito por Lionel Terray “ La conquista de lo inútil”. En realidad el título es “Los conquistadores de lo inútil”. En él, Lionel, que falleció como no podía ser de otra manera escalando, relata las desgracias y las alegrías de rendirse a una pasión tan sacrificada como es la montaña. Este libro, que describe los acontecimientos más importantes que ocurren en su vida de montañero, sumerge al lector en la esencia del alpinismo, sin siquiera llegar a abordar el asunto concreto: ¿qué es lo que lleva a un hombre a entregar la vida a una montaña? Es un libro concreto y conciso en sus explicaciones. Pero que a su vez, hace pensar más en el porqué, que en lo más o menos arriesgado, duro, frío y todos los calificativos que queramos, de la ascensión de turno.

Hoy en día, lo económico ha querido aprovechar el tirón de la llamada de la montaña, y con el logo de la aventura en sus anuncios, las marcas tratan de vender lo que prometen como imprescindible para vivir el desafío de la montaña. Ahora tenemos, carreras de montaña, trails, running, orientación, raids, tirolinas, arboling y carreras de sky y todo ello patrocinado por los fabricantes, que por cierto no dejan de innovar en sus materiales para que no pare la compra. Además también podemos grabar nuestras aventuras con las cámaras de vídeo y con drones que nos convertirán en protagonistas. Una persona subiendo corriendo el Zevino, el que sube al Everest con 13 años, aquel que está intentando el reto de hacer todos los montes de 4.000 metros de los Alpes en menos de 80 días, al estilo de Willy Fog, etc.

Habría que saber cuántos de estos recordmans harían lo que hacen, si no habría una cobertura mediática detrás, y unos patrocinadores que las pagan y en ocasiones les obligan.

Por suerte la casualidad, me ha permitido conocer a personas, que lejos de los focos, sí han respirado la esencia de ser conquistador de lo inútil. Una vez cené con Jordi Corominas, un tipo que subió la Magic Line al K2. La única persona que lo ha conseguido después de Jerzy Kukuzka y lo hizo en solitario y coronando a las 12 de la noche. Este hombre que expresa más con silencio que con palabras, me asombró por su forma de entender el mundo y no por sus conquistas.

La montaña nos ha llamado e irremediablemente nos atrae. Pero quien busque en esta llamada, ganar algo más que la superación del propio reto y la maravilla de la naturaleza, se equivoca. Si todo este montaje comercial nos ayuda en estos fines, perfecto. Pero dudo mucho, que sean necesarios para echarnos al monte y mucho menos imprescindibles.

Ahora mismo Iñaki Eugi y Txispi Bermejo se encuentran en China subiendo montañas que les han llamado. Además, hoy no puedo dejar de recordar a un amigo que murió el 14 de julio de 1994, hace 21 años en el Weisshorn suizo, cuando sólo llegar hasta allí ya era un reto. Se llamaba Xabi Iriarte Fuerte, y cada 14 de julio le recuerdo a él y todos aquellos que ya se fueron. Sirva esto como homenaje a todos ellos. Xabi, Ricardo, Pelayo, Karolo, Ramón, José Manuel, Mikel… Para mí ellos son “Los conquistadores de lo inútil”.

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