Aoiz, lleno de vida

El salón de plenos de Aoiz se llenó ayer de alegría, color y vida con los 33 nuevos niños y niñas nacidos durante 2012 que, en brazos de sus padres, madres y en algunos casos de sus orgullosos abuelos y abuelas acudieron ayer a la casa consistorial para recibir la bienvenida oficial.

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La tarea la acometió el alcalde, Unai Lako, que repartió pañuelos, claveles y besos a sus vecinos más txikis, después de que fueran llamados por la coordinadora cultural, Mari Sol Martínez, que dio lectura a nombres propios castellanos euskaldunes, rumanos y saharauis, fiel reflejo de la convivencia actual en la villa.

Una vez realizada la nueva foto de familia, cumplió el alcalde con el segundo acto del programa del día de los niños y niñas: dar paso a la corporación txiki, con nombramiento y pleno incluido. Este año estuvo compuesta por la alcaldesa, Amaiur Ardáiz Oneca, y los concejales Iñaki Latasa Aquerreta, Unai Blasco Juan, Ekiñe Urdánoz Toledo, Miguel Irigoyen Aquerreta, Francisco García González, Marlene Aguado Zabalza, Ileana Pisten, Nekane Alunda Guillén, Saioa Latasa Zunzarren y Urbeltz Goñi Vazquez. Tras el nombramiento, se escucharon las peticiones de los corporativos por un día, en un rápido y “fácil debate” a juicio del alcalde, en el que solo hubo dos peticiones: más días de disco móvil (Marlene Aguado), y la repoblación de la zona de las compuertas, desierta tras la tala de los viejos chopos (Urbeltz Goñi), de las que Unai Lako tomó buena nota.

Finalizado el pleno, estos estudiantes de 6º de Primaria del colegio San Miguel no dudaron en llamar a sus compañeros de clase a compartir honores al balcón para lanzar el cohete y la lluvia de caramelos que amenizaron los tolosarras Iraunkorrak, en el día de relevo a la txaranga Bilaketa.

Serena y clara, con vara de mando en mano, Amaiur dedicó el txupinazo a su familia y al niño Mikel Mañú, ausente por enfermedad. “Me gustaría que estuviera hoy aquí y deseo que se recupere pronto”, expresó. Acompañada de sus padres, Natalia y Pepe, y de su hermano Xabier y rodeada de amigos, confesó disfrutar de un momento que no esperaba, y de unas fiestas, que para ella “son completas”.

La nueva corporación caminó hacia la iglesia para tomar parte en la ofrenda floral. Recorrieron después las bajeras, con la comparsa, y participaron en la paellada popular que reunió a casi 400 vecinos.

Komunikabidea: Diario de Noticias

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