“Los perros campan a sus anchas pese a no estar permitido. Se acercan a otros grupos ante el pasotismo de sus dueños e intimidan incluso a los niños pequeños que se refrescan en la orilla”. La queja, formulada por usuarios habituales de las playas ubicadas en torno al embalse de cola de Itoiz en Nagore, no sorprende al Ayuntamiento de Arce. Este verano, tercero en el que permanece abierta esta zona de baño (no vigilado), se ha activado una ordenanza municipal que la regula y que, entre otros aspectos, fija una zona específica para la presencia de perros. Animales que, en cualquier caso, no pueden estar sueltos en ese espacio verde ni bañarse en el embalse. “Pero falta compromiso por parte de muchos dueños”. Así lo confirma Javier Díez, alcalde del valle de Arce, que asegura haber recibido quejas por perros sueltos y fuera de su zona. Se contemplan sanciones de 60 a 150 euros por incumplir la ordenanza en este aspecto, si bien “por el momento no se ha puesto ninguna”.

Para seguir leyendo la noticia original, clicar aquí.