El taxista de Aoiz

Javier no puede apagar el teléfono durante la entrevista, ni siquiera retirarlo de la mesa mientras comparte un café en Ekai. Taxista en Aoiz, es para él una herramienta indispensable de trabajo, que atiende todas las horas del día. Aún así está contento, porque su oficio le concede el trato cercano y le permite vivir en Nagore, el pueblo de su madre, a donde le dirigían los sueños en sus días de colegio en Pamplona.

Para seguir leyendo la noticia original, clicar aquí.