Tres manos y una misma ilusión se unieron ayer en el balcón del ayuntamiento agoizko para prender la mecha festiva de Aoiz. La calle se vistió de nuevo de blanco y rojo y guardó silencio dando las 12, con los pañuelos en alto, para escuchar las palabras del alcalde, Ángel Martín Unzué, quien tras los goras y vivas tradicionales, al grito de ¡Aúpa ahí, Aoiz! unió su mano a la de María Luisa Goiburu, su hija Marisa Aldaz y a la de Sebastian Uz. De este modo vecinas, vecino y alcalde pusieron la fiesta en marcha de una manera cercana y familiar.

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