Sustracción de un saco de azúcar de la estación de “El Irati”, consignado a la Sra. viuda de Tomás Goiburu

El presente trabajo tiene su interés en la celebración del 200 aniversario del establecimiento de tejidos Goiburu, con el relato de un suceso original acaecido en el transcurso de sus actividades comerciales en tiempos pretéritos.

El hecho al que hacemos referencia se produce dentro de las actividades del establecimiento Goiburu en su desarrollo comercial de adquisición y reposición de mercaderías. El mismo tiene relación con el medio de transporte el tren El Irati, que establecía las comunicaciones entre la villa de Aoiz y las ciudades de Pamplona y Sangüesa.

Este medio de transporte mixto de pasajeros y mercancías había empezado a funcionar el día 23 de abril del año 1911 como Ferrocarril Pamplona Sangüesa, y se creó para la explotación forestal del monte Irati, y el transporte de la madera obtenida en el Aserradero, situado en las proximidades de Ecay (Lónguida). Sin embargo, sirvió también para el traslado de pasajeros y otras mercancías de Pamplona a Sangüesa y Aoiz en ambas direcciones. El servicio que realizó este medio de transporte fue muy importante en el tiempo que estuvo en utilidad, originando el desarrollo de esta parte de Navarra, promocionando una serie de actividades en estos comienzos del siglo XX, en los que se hizo patente la industrialización de estas zonas.

La baja densidad de la población de la zona, y la competencia del transporte por carretera, contribuyeron a su declive y cierre definitivo el 31 de diciembre del año 1955. El suceso que incluye este trabajo, tiene como principal protagonista precisamente al ferrocarril El Irati, que fue el primero de este tipo, en el traslado de pasajeros y mercancías en España.

El episodio que vamos a comentar, lo hemos obtenido de los Fondos Judiciales contemporáneos del Juzgado de Primera Instancia de Aoiz. Es en el Sumario nº 72 del año 1917 en el que se inscribe: Sustracción de un saco de azúcar en la estación del El Irati de esta villa, a la Sra. viuda de Goiburu. En el compendio de documentos de este sumario, se especifica este acontecimiento, del cual realizaremos un substancial resumen, debido a la amplitud de los datos que aporta, muy difícil de desarrollar en este trabajo.

En una primera información de fecha 19 de octubre de 1917, el jefe de estación del Irati D. Paulino Sevillano Sierra, pone en conocimiento del Juzgado de Primera Instancia de Aoiz, de la desaparición de un saco de azúcar del almacén de la estación, con destino a la Sra. Viuda de Tomás Goiburu. El saco de 60 kg., lo facturó a su destino Ramón Oteiza, del comercio de Pamplona.

En esta situación dicho jefe de estación, da cuenta de la desaparición y nombra a los encargados del almacén Teodoro Urdiroz y Emiliano Castellanos que gestionen esta desaparición. Por otra parte, que detallen las características del suceso y el control que sobre él se han realizado.

Al tener conocimiento y denuncia del hecho, el Juzgado de la villa, nombra a D. Miguel Laco y Pedro Abaurrea, peritos carpinteros para que examinen la seguridad del almacén, sito en la calle Domingo Elizondo. Se señalan las dimensiones del local, la facilidad de acceso a través de sus puertas, así como si se apaga la iluminación exterior al llegar la noche.

También recibe información del hecho, el jefe de puesto de la Guardia Civil D. Francisco Indurain Setoain, que procede a interrogar al jefe de la estación D. Paulino Sevillano, al guardagujas Eugenio Castellanos y además a Teodoro Urdiroz guardafrenos del tranvía. Interroga asimismo al encargado del transporte a Burguete, D. José Martín, que ha llevado a ese lugar varios bultos, algunos destinados al señor Beunza vecino de Orbaiceta. Las amplias declaraciones de todos ellos son negativas, en cuanto que desconocen el paradero del saco de azúcar. No obstante, cada uno de los declarantes hace alguna observación al respecto.

El jefe de la estación Sr. Sevillano, no tiene sospecha de los encargados del almacén los Sres. Teodoro Urdiroz, Eugenio Castellanos, ni del factor Dionisio Anso, que llevaba el libro de llegadas y comunicaba las incidencias al jefe de la estación.

Fotografía actual del domicilio de la tienda de la familia Goiburu

El guardagujas Eugenio Castellanos señala, que a la llegada de mercancía el día 12, se subió al tren en el Empalme (Lugar en donde se derivaba una parte del tranvía hacia Aoiz o Sangüesa) y da cuenta de la llegada de varios sacos para los hijos de Lorenzo Ortiz y de otras mercancías con otros destinos.

El guardafrenos Teodoro Urdiroz hace referencia al transporte de todo tipo de géneros que se realiza a varias personas de la villa, y que se puede preguntar sobre saco de azúcar en las tiendas de Ortiz, Vizcay, Vidondo y Valentín Orbaiz. Especifica que el tren llegó el día 12, a las 12 horas y 40 minutos con las citadas mercancías y se acuerda perfectamente que descargó un saco de azúcar y lo transportó al almacén. No se preocupó más de él y desconoce si se ha enviado a otra localidad. Las expediciones que se transportan a domicilio, la mayoría de las veces las verifica su compañero Eugenio Castellanos, pero a pesar de ello, desde el día 12, no se ha verificado entrega alguna, ni cargado más bultos que los transportados por el carro de José Martín, que llevó varios bultos para un tal Beunza de Orbaiceta, pero ignora si aquel fue cargado en dicho carro.

Después de estas declaraciones, se procede por parte de los guardias civiles Francisco Indurain Labayen y Ramón López Iriso, acompañados por el alguacil Críspulo Unciti y Mateo Goñi en calidad de testigos, a realizar una revisión sobre el paradero del saco de azúcar, a varios vecinos de la villa. Se incluyen a los Sres. D. Isidoro García, D. José Eguaras Echeverría, D. Antonio Pérez y Pérez, D. Eugenio Castellanos, D. Primitivo Arregui Urtasun, Dña. Juliana Campos Val, Dña. Paula Beaumont Zunzarren, Dña. Feliciana Apezarena Labayen, D. Agustín Iribarren Arlegui y Dña. Jovina Labayen Goñi. Todos los citados permitieron la entrada en sus domicilios sin oposición. No se encontró lo buscado, y se procuró causar las menores molestias. Solamente se ha encontrado en la tiende de Dña. Juliana Campos un saco de azúcar de caña empezado, o sea incompleto. Se ha constatado su procedencia, en la expedición nº 10696 de la estación, expedido por Ramón Oteiza del comercio de Pamplona, para la propia Juliana Campos.

Documento sobre la desaparición de un saco de azúcar destinado a la viuda de Goiburu

En las siguientes páginas de este sumario, se incluyen las declaraciones de testigos que pueden tener relación con este suceso. Entre ellos el Sr. D. Dionisio Anso Subiza de 36 años factor del tranvía El Irati, declara que lleva el libro de entradas de mercancía. Eugenio Castellanos Garate de 39 años, guardagujas. Teodoro Urdiroz Apezarena de 23 años guardafrenos. Los citados empleados se ratifican en sus anteriores declaraciones, y dicen que no saben por qué falta el saco de azúcar destinado a la Sra. Viuda de Goiburu.

A continuación, se citan para declarar a la Sra. Viuda de Goiburu, a José Martin y a los dueños de varias tiendas de la villa. Se incluyen los Sres. Ortiz, Vizcay, Vidondo y Valentín Orbaiz. También se realiza una citación especial al juez municipal del municipio de Orbaiceta, para que tome declaración de Pedro Beunza, sobre las mercancías llegadas mediante el tranvía El Irati los últimos días y en particular el saco de azúcar etiquetado a nombre de la señalada Sra. Viuda de Goiburu.

La declaración de Dª. Margarita Irigoyen Egurbide (viuda de Goiburu) comerciante, vecina de Aoiz expone que entre los pedidos que realizó a la casa Oteiza de Pamplona figura un saco de azúcar de caña. Al no llegar el pedido preguntó al comercio del lugar mencionado, en donde se le indicó que había sido remitido a su nombre. La interesada preguntó al Sr. Castellano y este le comenta, que solo le había entregado el talón de la avellana, no el de la azúcar. La citada Margarita Irigoyen revisó sus pedidos y encontró el pedido del saco de azúcar y se lo entrego al citado Sr. Castellano. El pedido del saco de azúcar de moreno de caña que compró a 1 peseta y 25 céntimas cada kilo. También afirma que la Compañía El Irati no le ha indemnizado hasta ahora, por el extravío de la mercancía.

A continuación, se presentan declaraciones de las personas siguientes:

  1. Dª. Cirila Orbaiz Iribarren de 17 años, soltera comerciante de esta villa, hija de Valentín Orbaiz. Dice que entró en la tienda Eugenio Castellano y le preguntó si por confusión, le habían llevado de la estación un saco de azúcar. Ella afirmó no sabía nada de esta mercancía.
  2. D. Antonino Vidondo Amorena de 38 años, casado vecino de esta villa y comerciante, ha entrado en esta tienda el mismo Eugenio Castellanos, preguntando sobre el citado saco de azúcar destinado a la viuda de Goiburu confundido con otras mercancías. Dice que no sabe nada.
  3. Dª Alejandra Iribarren Turrillas de 54 años comerciante vecina de Aoiz, que es esposa de Fermín Vizcay. Ha entrado en esta tienda Teodoro Urdiroz, preguntando sobre si le habían llevado confundido el dicho saco con otras mercancías. Dice no saber nada de ello.
  4. D. Abdón Mallado Expósito de 22 años, soltero dependiente del comercio de D. Inocencio Ortiz. Dice que hace una semana se presentaron Eugenio Castellano y Teodoro Urdiroz, y preguntado sobre el saco de azúcar. Dijo no sabe nada.
  5. Se presenta la declaración del alguacil Juan Campos, manifestando no haber podido citar a José Martin, que realizaba transportes fuera de la villa. Su familia dice que se halla ausente de ella con su galera, y que regresará dentro de unos días.
  6. Declaración de José Martín García de 40 años, viudo carretero de la villa. Dice que el día 14 o 15 del mes actual, llevó en su galera hasta Burguete, para un tal Pedro Beunza de Orbaiceta varios bultos entre ellos cuatro sacos, y uno de estos de azúcar. No sabe si quedó otro en el almacén de El Irati, pues había varias mercancías. Al volver de Burguete, Teodoro Urdiroz le preguntó si había llevado un saco de más, pues falta el de la viuda de Goiburu. Contesta que no llevó más que los etiquetados para Beunza., que no sabe cómo ha podido desaparecer. Afirma que en el almacén entran y salen muchas personas, no sabe ni sospecha quién se lo ha llevado.
  7. Declaración ante D. Manuel Vizcay juez municipal de Orbaiceta. Las realiza D. Pedro Beunza mayor de edad, casado, comerciante y vecino de este pueblo. Especifica que entre las mercancías traídas por El Irati hasta la villa de Aoiz y desde aquí a Burguete por D. José Martin, no han recibido ningún saco rotulado de forma distinta. Que los recibidos son tres sacos de azúcar que adquirió de D. Martín de Oscoz del comercio de Pamplona, que es cuanto puede decir.
  8. Declaración de los peritos Narciso Machinandiarena y Domingo Nagore Ardanaz de 57 y 47 años, casado y viudo comerciantes de esta villa, nombrados para tasar el valor del saco de azúcar desaparecido. Lo valoran el dicho saco de azúcar moreno de caña en 75 pesetas a 1´25 pesetas el kilo, incluido el valor del saco.

Documento donde se certifica el abono del valor del saco de azúcar desaparecido

Una vez recogidas las declaraciones de los implicados en esta desaparición, se adjuntan varios documentos sobre la Sociedad El Irati, sobre su modernización de sus actuaciones, respecto a su funcionamiento en el transporte de personas y mercancías.

A continuación, se presenta un nuevo documento por parte de D. Federico Huarte San Juan juez instructor de este Juzgado de Pamplona, instruye el sumario sobre el hecho de la sustracción del saco de azúcar de la estación de El Irati de esta villa consignado a la viuda de Tomás Goiburu.

En una declaración posterior de D. Antonio Ochoa de Retana y Lazcano de 52 años, casado, gerente de la Sociedad El Irati, residente en Pamplona manifiesta, que realiza la entrega de 76 pesetas y 80 céntimos, bajo secreto de confesión en el Convento de Capuchinos de Pamplona. En una consulta, que el juez que instruye este proceso, con fecha 19 de noviembre, pide que se determine y se proceda a practicar averiguaciones y se reciba declaración sobre la entrega de la cantidad importe del azúcar sustraído a la viuda de Goiburu.

En una última declaración ante el Juzgado, Margarita Irigoyen Egurbide viuda de 56 años, comerciante, especifica que es cierto que el día 10 del corriente, le entregó el jefe de la estación de ferrocarril El Irati de esta villa, D. Paulino Sevillano la cantidad de 75 pesetas, importe del saco de azúcar, que le había entregado un fraile, bajo secreto de confesión. De toda la cantidad entregada el jefe de la estación, se quedó el importe de los gastos de transporte que eran de una peseta y ochenta céntimos.

Documento de la resolución por sobreseimiento provisional del Juzgado de la villa de Aoiz en el caso

En un documento final, expedido por D. Joaquín San Julián Olaso, secretario de Sala de la Audiencia Territorial de Pamplona, certifica: Que en la causa seguida sobre hurto de un saco de azúcar de la estación El Irati se dictó por esta Audiencia el siguiente auto: Pamplona diecisiete de diciembre de mil novecientos diecisiete. Resulta que instruido sumario y remitido a esta Audiencia, el Ministerio fiscal en el auto de la vista previa, pidió el sobreseimiento personal. Considerando: Que es procedente la petición formulada por el Ministerio fiscal y en su consecuencia debe acordarse de conformidad con la misma.

SE SOBRESEE PROVISIONALMENTE en esta causa, declarando de oficio las costas; y con certificación remítase las diligencias al Juzgado a los efectos procedentes. Lo mandaron los Sres. Jueces y lo firmaron Jorge Ruiz de Bustamante, Martín Perilla Marcos, Bruno González Saravia. El secretario Joaquín San Julián Olano. Y para remitir al Juzgado de instrucción de Aoiz, extiendo la presente certificación que firmo. En Pamplona a Diecisiete de diciembre de mil novecientos diecisiete. Firmado Joaquim San Julián. Sellado.

Con este documento se da solución a este suceso tan curioso que supuso la desaparición de un saco de azúcar, propiedad de la señora viuda de Goiburu.

Josetxo Paternain Nagore del grupo cultural HIDEA de Aoiz