Subir por la carretera que lleva desde Aoiz hasta la presa de Itoiz es toparse con una gran masa de agua que el viento empuja hacia la orilla, contemplar desde su altura la salida del río Irati y, sobre todo, volver a los recuerdos.

Ángel Martín Unzué Ayanz, Carlos Oroz Torrea, Roberto Zazpe Bariáin y Javier Larrea Reta, alcaldes de Aoiz, Valles de Arce y Lónguida y Oroz- Betelu y vecinos de la comarca se encuentran por vez primera en el lugar con una sola mirada, la que provoca el sentimiento de que esa masa no estuvo antes ahí, donde siempre estuvo el río. Pero un día, una decisión política decidió cambiar el paisaje natural y la vida de muchas personas. De lo que ocurrió después, se ha vertido mucha tinta.

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