El Irati pide paso

La futura vía verde del Tren Irati discurrirá, en uno de sus trazados más espectaculares, por la foz de Lumbier. Aser Vidondo

Ya se vislumbra la luz al final del túnel. Ya están más cerca de cumplirse los anhelos de buena parte del Prepirineo navarro. Ya falta menos para poder caminar o recorrer en bici el antiguo trazado del Tren Irati reconvertido en un camino natural o vía verde centrado en el ocio. Y es que, completada ya toda la parte administrativa y de redacción de proyectos a nivel local, sólo falta la luz verde por parte del Estado para que las obras den comienzo, algo que se prevé para el próximo año 2019.

Mucho ha llovido desde 1993, cuando este proyecto empezaba a barruntarse a nivel municipal. Ya en 1994, el Ayuntamiento de Lumbier encargó un estudio inicial sobre la recuperación del trazado de este tren eléctrico que, de 1911 a 1955, completó el recorrido Pamplona-Aoiz-Sangüesa para el transporte de mercancías (inicialmente sobre todo de madera) y pasajeros. Años después, en 2011, la voluntad municipal de unir esfuerzos impulsó definitivamente el proyecto. Y así, en los últimos años, se rubricaron los necesarios acuerdos políticos, se elaboró el PSIS, se ejecutaron las expropiaciones y se redactó el proyecto del que será el Camino Natural del Tren Irati.

Valle de Egüés, Lizoain-Arriasgoiti, Urroz-Villa, Lónguida, Aoiz, Urraúl Bajo, Lumbier, Liédena y Sangüesa son los 9 ayuntamientos promotores, que han trabajado en la materia de la mano de Cederna Garalur. “El Gobierno de Navarra también se ha implicado, y Tragsa ha realizado diferentes documentos como la memoria valorada y el proyecto”, explica Carlos García Pascual, agente de desarrollo de Cederna en el Prepirineo. “El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, por su parte, lo ha incluido ya en el Plan Director del Camino Natural de la Vertiente Sur del Pirineo (Cantábrico-Mediterráneo), y financiará las obras a través del programa ‘Caminos Naturales’. Ya ha sometido el proyecto a revisión”, añade.

Se prevé actuar sobre 49,35 km de los 58 que tenía el trazado original del ferrocarril de vía estrecha. En concreto, se dará inicio al camino en Ustárroz (Egüés) y se acabará en Sangüesa, completando también el ramal de la vía que unía Villaveta (Lónguida) con Aoiz. “Previsiblemente se actuaría en tres fases: de Ustárroz a Aoiz, de Aoiz a Lumbier y de Lumbier a Sangüesa”, dice García, y recuerda que “se sigue trabajando también para conectar este trazado con el Parque Fluvial del Arga”.

Un presupuesto de 3,6 millones

Tras las expropiaciones, todos los terrenos son ya de titularidad pública, y se ha buscado en el proyecto de vía verde la máxima fidelidad posible al trazado original ferroviario. Con un presupuesto total de 3,6 millones de euros, además de las labores centrales de condicionar el firme y colocar protecciones, drenajes o señalización, se contemplan como elementos singulares 10 pasarelas y puentes, algunos sobre los ríos Erro, Irati, Areta y Salazar. También habrá un paso inferior bajo la carretera NA-150 y se iluminarán túneles.

“El proyecto tiene valor, además, porque el camino estará muy bien conectado. Por una parte, con el Parque Fluvial del Arga y, desde éste, con el camino natural del Tren Plazaola (150 km). Por otra, con la Red EuroVelo a través de la comarca de Pamplona. Y también con las cañadas reales de Aezkoa, Salazar y Roncal, con el Camino de Santiago, con la ruta de las Javieradas, con la Ruta Ignaciana o con la futura Calzada romana del Pirineo”, enumera Carlos García.

“Ayudará a vertebrar territorialmente el Prepirineo y atravesará puntos con gran valor natural como la Reserva Natural de la foz de Lumbier o los Lugares de Interés Comunitario de los tramos medios y bajos de los ríos Erro, Irati, Areta, Salazar y Aragón”, dice. Asimismo, quienes empleen este camino “libre de vehículos motorizados” tendrán acceso a múltiples elementos con valor patrimonial. “Entre otros, torres y palacios en Lerruz, Liberri, Ayanz, Artieda y Rípodas; conjuntos monumentales en Urroz-Villa, Aoiz, Lumbier y Sangüesa; o patrimonio vinculado al Tren Irati como el barrio del aserradero de Ekai o el barrio de la estación de Liédena”.

Finalmente, también el proyecto del Camino Natural del Tren Irati presentará valor económico. “Atravesará núcleos de población con actividades económicas asociadas al comercio y al turismo a lo largo de todo su recorrido, muchas de ellas surgidos en los últimos años: 9 hoteles, 15 restaurantes, 18 alojamientos rurales, 2 campings, 30 bares, 4 bodegas, 9 empresas de actividades turísticas, un centenar de comercios y un centenar de empresas de servicios”, repasa el agente de desarrollo de Cederna Garalur en el Prepirineo.

Conocer y divulgar

El proyecto de recuperación del trazado del Tren Irati como vía verde ya está maduro, y aparte de dedicar esfuerzos en su concreción, desde la zona también se han volcado en los últimos años en conocer mejor y divulgar esta parte del patrimonio local. Por ejemplo, en Artieda se creó el Centro Documental del Irati promovido desde el Ayuntamiento de Urraúl Bajo en colaboración con Eusko Ikaskuntza y desarrollado por el historiador de Isaba Fernando Hualde, quien publicó el libro ‘Ferrocarril El Irati. Historia y documentos’.

Por su parte, las jóvenes agoizkas Rut Etxarte y Edurne Mañú, con compañeros de clase, editaron en la universidad el documental ‘Pagoa. Historias del Irati’, y el estudioso Víctor Manuel Egia, con raíces en Oroz-Betelu, publicó el libro ‘El Irati S.A. El sueño de Domingo Elizondo’.

En Liédena, el Ayuntamiento organiza desde hace tres años, el 30 de diciembre, la fiesta ‘El penúltimo viaje del Tren Irati’, con actos festivos y concursos de relato breve y fotografía. No lejos de allí, este pasado otoño, el consistorio de Aoiz inauguró también una exposición centrada en la empresa ‘El Irati S.A.’ que lideró Domingo Elizondo y de la que dependía el tren. Tras 1.500 visitas, se expuso en Egüés y ahora puede verse en el Archivo General de Navarra (se prevé que forme parte de una muestra permanente en Aoiz).

Asimismo, los ayuntamientos de Aoiz y Lónguida trabajan en una propuesta de valorización turística del barrio aserradero de Ekai, un espacio hoy abandonado y en estado ruinoso sobre el que precisamente alumnos de la Facultad de Arquitectura de la Universidad realizarán proyectos de recuperación este curso.

Komunikabidea: Diario de Navarra

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