Una cantera de 600 dantzaris

El Dantzari Txiki Eguna, celebrado en Berriozar, Berrioplano y Juslapeña, y organizado por Hulargi y la Federación de Dantzaris, reunió a 600 niños y jóvenes que lanzaron un mensaje claro: hay cantera.

El día comenzó con actuaciones de los 14 grupos participantes en los diferentes pueblos. Debido a que Juslapeña no contaba con un lugar cubierto, los dantzaris afectados se repartieron por Artica, Berrioplano y Añézcar. Posteriormente, se realizaron dos kalejiras desde el polideportivo hasta la plaza Eguzki, donde se celebró el acto central. Comenzó con un desfile de todos los grupos que, al son del txistu y el tambor, se fueron colocando en círculos. Tras dar la bienvenida a los allí congregados, se quiso homenajear a Javier Oteiza y Biki Azkarate, fundadores del grupo Hulargi de Berriozar. Xabier Barreno y Saioa Murillo, de 6 años, fueron los encargados de entregarles un ramo de flores y una placa “por plantar la primera semilla en la tierra sobre la que hoy baila este pueblo”. Acto seguido, sus hijos, Aitor Oteiza y Saioa Azkarate bailaron un aurresku con el resto de dantzaris.

TRANSMITIR LA DANZA. Javier Oteiza y, posteriormente, Biki Azkarate crearon el grupo Hulargi. “Es una satisfacción. Al principio queríamos que cuando fueran fiestas supieran cómo se bailaba. La danza es un medio para aprender tu cultura”, manifestó Oteiza. “Es relación y labor de equipo”, añadió Azkarate que quiso extender el homenaje a todas las mujeres. “La mayor dificultad estuvo en conseguir locales. Ahora también tenemos ese problema”, subrayó. Actualmente sus hijos han cogido el relevo. “El objetivo es reunir a los dantzaris y que les empiece a gustar. El problema es que a los niños, por ejemplo, les apetece más jugar a fútbol que aprender a bailar”, manifestó Aitor Oteiza González, responsable del grupo Hulargi e hijo del homenajeado. Sin embargo, quiso resaltar que “la danza no está muerta”. Prueba de ello es la labor de los monitores que dedican su tiempo libre a enseñar a los más txikis. “Me llena porque llevo desde pequeña y quiero transmitirlo”, señaló Maider González González, monitora del grupo Hulargi que ensaya los miércoles y viernes de 5.00 a 6.00 horas. Asimismo, recalcó que “los niños se motivan más cuando usan los cestos y los palos”.

Por otro lado, un equipo de voluntarios estuvo trabajando para que la celebración fuera un éxito: la Escuela Municipal de Berriozar, el grupo Eskulan, que repartió talos durante la mañana y 60 padres. Las actividades que realizaron estos últimos fueron: preparar bocatas, acompañar a los diferentes grupos durante los recorridos, y montar barras, como explicó Beatriz Úriz Garcia, madre voluntaria.

FIN DE LA CELEBRACIÓN. Tras el homenaje todos los grupos bailaron hasta 8 dantzas: aurreskua, axuri beltza, zazpi jauzia, sorgin dantza, baztango eskudantza, txulalai, ipurdi dantza y, finalmente, cada grupo salió haciendo la kalejira. El acto central finalizó con un mensaje: “En estos tiempos tan duros para la tradición vasca queremos enseñar a nuestros txikis y seguir perpetuando las tradiciones. Ánimo y a seguir bailando con cariño”. Posteriormente, 232 dantzaris txikis y 150 padres se dirigieron al polideportivo para comer. A la tarde tuvo lugar una animación infantil en la plaza Eguzki. El Dantzari Txiki Eguna concluyó con un baile a cargo del grupo Garraxi.

Testua: Diario de Noticias
Bideoa: eguzkiplaza.net
Argazkiak: http://www.flickr.com/photos/nafarroakoedb/
http://www.flickr.com/photos/34990347@N07/sets/72157624218975488/

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